Mª Antonia Sanmartín
Concejala no adscrita Ayto de Mérida
Llega, nuevamente, una oportunidad, que me ofrece este muy digno medio, que es Mérida Comarca, para acercarme al ciudadano de a pie, a través de mis opiniones, pensamientos y sentimientos y que, personalmente, agradezco enormemente, pues no son muchas las ocasiones de las que gozamos las fuerzas minoritarias, para poder expresarnos en libertad y consecuencia.
Por regla general, tendemos a valorar y exaltar lo extramuros a nuestras fronteras. A calificar, exacerbadamente, todo aquello que no es de nuestra tierra, comarca, ciudad o pueblo. A preocuparnos, debatir y discutir, por temas internacionales, nacionales o que atañen a otras comunidades, antes de preocuparnos por los problemas más cercanos y que, de verdad, nos afectan. Nos consideramos expertos conocedores de multitud de temas, noticias y sucesos; y desconocemos o nos despreocupamos de las problemáticas de nuestra propia ciudad, de nuestra barriada y de nuestros vecinos y colectivos.
Y es que, podría utilizar estas líneas, como hacen otr@s, para realizar quejas baladies, inútiles, de cara a la galería y que sólo sirvan para que el equipio del alcalde ‘conquistador’, le diga al equipo opisitor del que se erige en refundador de Emérita Augusta: «y tú, más que yo».
Me pregunto, para mi yo interior, ¿es qué no van a parar de discutir como críos y emberrenchinarse en disputas interminables, que comienzan y terminan en el mismo punto, sin avanzar en nada? ¿Es qué no se les cae la cara al suelo, de vergüenza, de ver como, cada vez, las distancias entre ricos y pobres, entre opulentos y vitalmente necesitados, se acrecentan y acentúan, para fortuna de los primeros y desgracia de los segundos? ¿Es qué lo que realmente les importa es un sillón, un escaño o una serie de privilegios, que les mantengan el mayor tiempo posible asidos a la erótica del poder? ¿Hasta cuándo vamos a tener que tragar con indeseables que vienen a la política, sin vocación ni escrúpulos, sólo para vivir y servirse de ella, en lugar de servir al ciudadano de a pié y ayudarle a facilitarle el día a día? ¿Todo vale? No, no y no.
Yo soy una personal normal, pero con principios y moral. Una persona que procede de la base y que me embarqué en política, para intentar ayudar a los vecinos de la ciudad en la que vivo, amo y habito. Afortunadamente, me encuentro en una aceptable posición y no necesito vivir, beneficiarme, ni aferrarme a la Política. Desde CONTIGO Extremadura, me brindo para escuchar a los ciudadanos, ayudarlos, compartir sus vicisitudes e intentar buscar soluciones, contando con ellos. Es el momento de salir a la calle, de reivindicarnos, de expulsar de las instituciones a los parásitos, vividores, embaucadores de serpientes, vendedores de promesas y cánticos de sirenas y sinvergüenzas varios. Ya está bien de políticos corruptos y estafadores. Mérida y Extremadura se merecen una clase política mejor y menos conformista. No podemos seguir siendo ciudadanos de cuarta categoría, con caretas de magnates y agujeros en las faltriqueras de los bolsillos. No podemos seguir siendo los primos de pueblo, al que se visita para retornar a casa cargados de viandas y que aceptan una mísera limosna, de lo que nos sobra, como propina de gratitud.
Quiero contar CONTIGO, para que, desde hoy, cambiemos el chic, nos dejemos de complejos, nos valoremos como merecemos y salgamos, todos juntos, a la calle, a luchar por una Mérida mejor y una Extremadura más avanzada y valorada. Sólo tenemos que creer en nosotros mismos, sin miedos y buscando la igualdad. Contamos CONTIGO.
