AGUSTÍN PLAZA AGUADO
Hace unos días El Tribunal de Cuentas Europeo ha sacado la luz los resultados de un trabajo en el que han auditado gran parte de las líneas europeas de Alta Velocidad, confirmando algo que era evidente , la mayoría de las líneas no se han realizado en base a criterios de utilidad ni de rentabilidad, por el contrario son producto de una tremenda ineficiencia y falta de rigor consecuencia de decisiones motivadas por espurios intereses políticos alejados de cualquier estrategia que no sea la de las multinacionales que se han lucrado con estas infraestructuras.
En dicho informe, aseveran que la línea de alta velocidad Madrid-Lisboa si cumple con la exigencia mínima de rentabilidad, lamentando los enormes retrasos en las obras y especialmente la falta de conexión entre Évora y Mérida.
Las estimaciones que realizan hablan de seis millones de pasajeros el primer año, y nueve millones a partir del segundo año, actualmente de las líneas analizadas, sólo tres superan esa cifra: Madrid-Barcelona, París-Estrasburgo y Turín-Salerno.
Un elemento esencial cuando se trata de infraestructuras realizadas con fondos europeos es la conexión transfronteriza, parece lógico que los fondos europeos sirvan para hacer más Europa, antes que para pagar componendas políticas como la Y vasca , la línea Gallega o alguna otra que acabará cerrando por falta de pasajeros, con la consiguiente ruina económica que suponen, pero eso no importa , en su momento cumplieron el objetivo electoral perseguido y ahora las arcas públicas , esto es , todos los contribuyentes a pagar, que es lo nuestro.
Otro elemento que analizan para estudiar la viabilidad , son los habitantes del área de influencia, más aún en el caso de líneas que todavía no están en marcha, , analizando el número de personas que viven a menos de 15 ò 30 minutos en coche de las estaciones de las líneas en uso o en construcción, según este parámetro tan sólo cinco cubren el mínimo, entre las que se encontraría el AVE de Madrid a Lisboa.
Si nos tenemos en cuenta el plazo de 2030 que es el que marca la Unión Europea como el de finalización de la Red principal, en la que estaría incluido el trazado Madrid-Lisboa, esperemos que el nuevo gobierno socialista presidido por Pedro Sánchez sea más sensible que los gobiernos anteriores y en coordinación con el gobierno luso que de la mano del PS y con Antonio Costa, al frente del milagro económico portugués , consigan acelerar los plazos de finalización de una de las infraestructuras más decisivas para el desarrollo económico de nuestra región , por su tremendo impacto en el PIB , en la creación de empleo y en nuevas opciones empresariales, pues que nadie se confunda ni nos quieran equivocar, necesitamos una línea de Alta velocidad para pasajeros y unas líneas para mercancías modernas, rápidas y de futuro y así poder competir en similares condiciones que el resto de España, aunque tampoco tengamos ministros extremeños en el gobierno .
Por cierto, no hubiera estado mal que en segundas y terceras líneas del nuevo gobierno de España se hubiera contado con algunos extremeños de valía y capacidad ….pero de esto….. hablaremos en agosto.
