Agustín Plaza Aguado
Dice el diccionario de la RAE que ambigüedad es la cualidad de ambiguo, y se define el adjetivo como algo que puede entenderse de varios modos y admitir distintas interpretaciones y dar, por consiguiente, motivo a dudas, incertidumbre o confusión, en definitiva, cuando decimos que algo o alguien es ambiguo, estamos diciendo que no define claramente sus actitudes, opiniones o actuaciones.
Como se puede comprobar lo estamos enmarcando en el ámbito de lo incierto y dudoso, adjetivos todos ellos incompatibles con la confianza social, lo que hace inviable la identificación como propio, como el lector intuirá, estamos definiendo uno de los grandes problemas del PSOE, que sin duda ha contribuido en mayor proporción que otros, a su deterioro social, y, por ende, a su fracaso electoral.
Así pues, Pedro Sánchez y su equipo están obligados a recuperar la identificación con la sociedad española, para ello la acción debería pasar por clarificar los conceptos e ideas y por precisar las posiciones y los mensajes.
El partido socialista no es nuevo en esto, en su pasado reciente ha tenido que enfrentase a situaciones harto complicadas como el apoyo a la entrada en la OTAN o la renuncia al marxismo, pero eran tiempos en los que los líderes socialistas y sus equipos estaban cohesionados y tenían un objetivo prioritario que era desarrollar España y formar parte de Europa y en ello conectaban con la sociedad, conscientes de que no era posible contentar a todos, definieron un partido con el que la mayoría social de nuestro país se identificó durante muchos años.
Por el contrario, en estos tiempos, al margen de las luchas internas que tanto daño han hecho, el partido socialista está desconectado de la mayoría social, ejemplo claro hemos tenido en las elecciones catalanas, donde esa actitud de tibieza permanente con el independentismo ha alejado a la mayoría no independentista del PSOE (¡perdón PSC, que esa es otra!!!).
A nivel nacional los retos son muchos, el PSOE debe abanderar con propuestas concretas en el parlamento nacional y exigir a los presidentes de comunidades gobernadas por su Partido que inicien de inmediato propuestas de ley, en aquellos ámbitos donde tengan competencias, encaminadas a definir la posición del partido y a recuperar la identidad perdida.
Algunas Leyes , decretos o normas que deberían estar ya en marcha , serían la erradicación de los privilegios de la clase política, la financiación autonómica, la reforma del Estado de las autonomías, los impuestos a la banca y a las transacciones financieras, la reforma de la justicia, la reforma de los impuestos de sociedades, sucesiones, donaciones , la reforma educativa, la supresión de los acuerdos con la Santa Sede, la defensa de la aconfesionalidad del estado, la supresión de las puertas giratorias o la defensa de las pensiones por poner algunos de los más importantes, deberían estar ya definidos con total claridad y detalle, no vaguedades que mantengan la ambigüedad que está acabando con el partido.
Señor Sánchez, señores presidentes de comunidades socialistas, dirigentes e ideólogos del partido, pónganse a trabajar junto con sus equipos de asesores y expertos, que son muchos y de enorme valía e inicien el desarrollo de normas, leyes, decretos, que sustituyan incertidumbre y dudas por claridad y precisión y así es posible que en las próximas elecciones la sociedad vuelva a ver el PSOE como algo cercano y coherente. Por cierto, Sr Sánchez el código ético del PSOE no prohíbe expresamente las puertas giratorias para los dirigentes de su partido, quizá pueda empezar por ahí…
