Agustín Plaza Aguado
Otro año más, nuestros jóvenes que terminan segundo de bachillerato se enfrentarán en unos días a la temida EBAU, antigua selectividad, donde, a buen seguro, muchos de ellos acuden pensando que su decisión sobre ir a la universidad y qué estudiar depende del resultado del examen , o lo que es lo mismo , muchos de ellos no tienen decidido aún qué quieren estudiar , en otro tiempo se decía qué quiere ser , pero desde hace muchos años en España qué estudiar y qué ser ( profesionalmente hablando) no están muy correlacionados .
En varias ocasiones , en este mismo espacio “Mérida Comarca” he puesto de manifiesto que Extremadura necesita una catarsis en todo lo referente a educación, donde la UEX( Universidad de Extremadura) necesita una transformación en la que se empiece por renovar su ADN gestacional ( se rompa con las limitaciones y condicionantes de su creación ) y se continúe con la definición de una política basada en el servicio y utilidad social desde la calidad, la igualdad de oportunidades y la meritocracia , buscando la excelencia y orientada a la realidad socioeconómica de nuestra región, desterrando el clientelismo, la opacidad, el despilfarro en titulaciones que no obedecen a ninguna lógica más allá de la de mantener enchufados y estructuras de poder ( llámense votos para el rector y el equipo de gobierno de turno de la universidad ). A la vez, una reforma importante en todo lo que es la formación profesional se hace también imprescindible, si bien, en este campo se ha avanzado considerablemente con la implantación y desarrollo de ciclos formativos de grado medio y de grado superior, pero falta mucho por mejorar e innovar para conseguir unos niveles deseables para nuestra región.
Lo que aquí se propone, no es otra cosa que un cambio de modelo educativo a todos los niveles, pero con especial atención a la correlación formación /empleo. ,alguno puede pensar que es imposible, pues son muchos los problemas a resolver y los intereses que se comprometen, y en Extremadura ya sabemos , no estamos para grandes ni pequeñas revoluciones , como mucho para alguna reforma o reformita , que no duela a nadie , aunque tampoco beneficie a casi nadie , pero estas oportunidades que en este tiempo nuevo se están generando, o las abordamos , como en su momento decía el Presidente Vara “ pensando en grande “, (aunque en su gobierno casi nadie parece recordarlo) o pasarán y con ellas nuestro futuro como región seguirá hipotecado a estructuras y organismos que continuarán impidiendo salir de las últimas posiciones de las regiones de Europa.
Para centrar la magnitud del problema, debemos tener en cuenta que España es el país líder en cuanto al paro juvenil, con un 29,6% de jóvenes sin trabajo, en Extremadura según los datos del primer trimestre de 2022 recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), esta cifra se sitúa en un 39,88%, sólo por debajo de Melilla y Canarias., más de 7800 personas menores de 25 años están registradas como desempleadas.
Este hecho, unido a otros problemas estructurales, está provocando que Extremadura mantenga desde hace muchas décadas un descenso en su población joven, a comienzos del siglo XXI, había más de 296.000 residentes entre 12 y 30 años. En 2018 cayeron hasta 217.000, casi 80.000 menos, los últimos datos recogen alrededor de 165.000 extremeños jóvenes. «De continuar esta tendencia, en poco más de cuarenta años no habrá jóvenes en Extremadura», escribía Enrique Hernández en el libro” Un futuro sin jóvenes sin futuro” de 2019 coeditado por el Club Senior de Extremadura (Iniciativa privada de un grupo de extremeños de amplia trayectoria profesional interesados en colaborar en el desarrollo y en el progreso de su tierra.) a los que lamentablemente apenas se les hace caso y desde mi punto de vista, están abordando de forma objetiva y práctica los principales problemas de nuestra región.
Estamos escuchando cada día que las empresas buscan mecánicos, albañiles y electricistas, pero faltan profesionales, estos oficios cuentan con una alta oferta en el mercado laboral, pero la realidad es que no hay oferta formativa suficiente, pese a la demanda del mercado y de los estudiantes , es fácilmente comprobable la existencia de enormes listas de espera para acceder a estos títulos ,en gran parte, debido a la falta de estrategia y potenciación por parte de las administraciones, donde se evidencia la necesidad de mayor número de centros específicos de FP , en unos tiempos en los que las ayudas de fondos europeos, deberían aprovecharse para mejorar esta formación en su calidad y orientación a los cambios del mercado laboral .
Mecánica,, electricidad , electrónica, energías renovables construcción ,ventas, hostelería , formación agro ganadera, asistencia sanitaria , geriatría, son algunos de los estudios o ciclos de FP que tendrían mayor éxito laboral , pues la oferta es importante y existe un déficit enorme de estos profesionales ,así pues, la deficiencia en oferta formativa en estos ciclos ,, unida a la falta de un proyecto serio de distribución geográfica dentro de la región de estas formaciones, están siendo determinantes en los mediocres resultados de la FP en Extremadura , que, además, mejorarían ,sin duda , con la convocatoria ( en coordinación con los Ayuntamientos) de escuelas talleres.
En otra colaboración abordaremos las medidas de retención de talento (incluido el PIT Programa de Innovación y Talento), los planes de empleo joven, los incentivos a la contratación, y los comportamientos de los empresarios, las administraciones, los estudiantes y los demandantes de empleo.
Ahora es el momento de un gran pacto por la educación en Extremadura, que no puede quedarse en una mera adaptación de la Ley de Educación de Extremadura de 2011, donde tengan voz y voto, los partidos con representación parlamentaria, los agentes sociales (empresarios y sindicatos ), la comunidad educativa ( profesores , padres , alumnos y personal no docente ) y se consiga un marco de futuro que rompa con tantas décadas de mediocridad y de fuga del talento que el sistema ha generado , pues como decía Nelsón Mandela “la educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo”.
