Marta Gervasia Garrido Moreno

Concejala VOX Ayto de Mérida


¡Por fin ha salido del horno el “Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia”! (Sustitúyanse las últimas tres palabras por Rescate, que es más veraz y sencillo). 348 páginas a todo color y muy bien maquetadas, incluso con fotos de bonitos paisajes españoles y preciosos diagramas de puntos y de barras. Una carta a los Reyes Magos de Europa cargada de eufemismos, para justificar los 140.000 millones de euros que habríamos de recibir de la UE hasta el año 2026.

Las prioridades de este Gobierno para sacar a España de la peor crisis económica desde la Guerra Civil son: La transición ecológica, la igualdad de género, la transformación digital y la cohesión social y territorial; no mencionan nada de la Pandemia de COVID-19. ¿Para qué? Si ya lo vencimos en julio del año pasado. ¿Recuerdan aquel chiste de “Salimos más fuertes”?

Hemos conocido que la Unión Europea ya le ha contestado al Gobierno: “Muy bonito todo, enhorabuena a Iván Redondo por los dibujitos, pero, ¿Dónde están los números? No los encontramos, quizás venían en un anexo y se os olvidó meterlo en el sobre certificado cuando nos lo enviasteis en Correos… (risas)”

Los números no los han mandado, nos los reservan para nosotros, los españoles. Hacienda necesita hacer caja para poder hacer frente a la estratosférica cifra de gasto público que está asumiendo España, así como al fin de la suspensión de los objetivos de estabilidad por la pandemia, que, mantienen desbocados el déficit y la deuda pública. Lo llaman «Adaptación del sistema impositivo a la realidad del siglo XXI», cuando en verdad quieren decir “Os vamos a sacar hasta los tuétanos”.

Entre las medidas que camufla este Plan de Rescate, se encuentran: eliminación de la tributación conjunta del IRPF (sablazo de 2.300 millones de euros al año de 4,2 millones de españoles con rentas bajas y medias, sobre todo si tienen hijos a cargo y uno de los cónyuges está en paro o registra unos ingresos muy bajos); Impuesto al diesel (ya se sabe que las grandes fortunas de este país conducen Ferraris diesel, como las furgonetas de reparto y los camioneros); Impuesto de plástico y de residuos (tendremos que guardar la leche en una cestita de mimbre, que es más “ecofriendly”); peajes en las autovías (ya se sabe, que los funcionarios que vienen de Badajoz a Mérida diariamente, son unos fascistas contaminantes, mejor que se vayan por la carretera de Montijo, que es más bonita y no me arañan la autovía); Subida del Impuesto de Matriculación, (ya se sabe, hay que “desincentivar” a la industria de la automoción en España, que sólo representa el 10% del PIB nacional, para que vendan menos coches, ya que de aquí a unos años, deberemos viajar en bicicleta o en diligencia, que es muy verde. Perdón, tachen lo de la diligencia, podemos causar estrés a los caballos.); se acabó el beneficio fiscal a las aportaciones a los planes de pensiones privados, ya saben, confíen en la pensiones públicas, ya que sabemos que el sistema público de Seguridad Social no está a punto de quebrar; subidas de las bases de cotización, que afectaría a 1,2 millones de trabajadores de rentas medias y subida geométrica de las cotizaciones de 700.000 autónomos (ya que como los pocos que trabajamos tenemos mucha suerte, por eso hay que desincentivarlos, para que cuanto antes se pasen a la economía sumergida); Igualar el Impuesto sobre Sucesiones y Patrimonio al igual en todas las comunidades autónomas (aunque no exista ninguna de estas dos figuras impositivas en ningún país de la UE, hay que exprimir al muerto y a los que ahorran, por insolidarios), a este paquete se unen otras subidas de impuestos (impuesto sobre las primas de seguros, incremento del IVA al 21% a productos de primera necesidad, eliminación de beneficios fiscales a las empresas, subida del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales, eliminación de bonificaciones y reducciones a la contratación, impuesto a los gases fluorados (aires acondicionados y frigoríficos,…

Mientras tanto, nuestro vecino Portugal (con un gobierno socialista) y un déficit público de la mitad que el nuestro, baja impuestos; en Italia, su primer ministro, renuncia a su sueldo (igual que ha hecho Pablo Iglesias con su pensión de Vicepresidente ¡Ja!), rebaja su gasto público en 25.000 millones de euros, baja los impuestos a los italianos en 20.000 millones,…También Grecia lo hará: bajará impuestos y cotizaciones sociales,…

En España, ni una palabra de control de gasto ni del déficit, hay que mantener abiertos los millones de chiringuitos, la industria política, las subvenciones a patronal y a sindicatos, 1.200 asesores de Moncloa contratados a dedo, las campañas publicitarias absurdas, rescatar líneas aéreas estratégicas venezolanas con un solo avión, comprar cintas de correr para que el Ministro haga su deporte, mantener los 22 ministerios y los 450 millones de euros del Ministerio de Igualdá, que es muy positivo para todos, todas y todes los españolos, españolas y españoles…Por el contrario, sí tiene previsto un recorte de 11.000 millones de euros para Sanidad, muy socialista todo.

Nuestro Ayuntamiento no es ajeno a estas prácticas; hace ya cinco meses que presentamos una Proposición al Pleno para que adoptara una serie de medidas tributarias (suspensión de 6 tasas municipales, del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y obras y reducción del Impuesto sobre Vehículos de tracción Mecánica) en apoyo de los pequeños y medianos comerciantes, los establecimientos de hostelería y hoteleros, los vendedores ambulantes y los pequeños transportistas que están sufriendo en sus carnes y en los de sus familias las tremendas consecuencias económicas de la Pandemia. El Sr. Alcalde ni siquiera se ha dignado a llevarlo al Pleno aún, en su lugar, a finales del mes pasado se aprobaron inicialmente los Presupuestos Municipales: su clave, subida del IBI a los emeritenses y mantenimiento de los gastos,…

Olvidan los socialcomunistas que nos gobiernan a nivel estatal, autonómico y local la “Curva de Laffer”, es decir, a mayor presión fiscal, menor recaudación. De hecho en este 2021, según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, de los 6.100 millones de Euros que pretendía recaudar de más el Gobierno, se ha quedado en menos de la mitad.

No pasa nada, si no consiguen resultados con el robo, el sablazo, la exprimidora, la prensa para sacarnos el poco aceite que nos queda,…nos echaran la culpa a los españoles, extremeños y emeritenses, como aquél aldeano que para ahorrar, dejó de dar pienso y paja al único burro que tenía y tras estar satisfecho porque el borrico ya se había acostumbrado a no comer, se le murió, el muy desagradecido.

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