Pedro Acedo
Sin duda, y bien sabe Dios que no me alegro, el Partido Popular está dando que hablar en Extremadura por cuestiones internas. Me refiero a los nombramientos de los candidatos a las alcaldías de Mérida y de Badajoz. Poco tengo que decir sobre las posibilidades del PP para gobernar en ambas capitales. Entre otras cosas porque no pertenezco a ningún órgano del partido y por tanto no conozco suficientemente a los elegidos. María Guardiola tiene un amplio y experto equipo para elegir a personas que, efectivamente, tengan posibilidades para acceder a las respectivas alcaldías. Además, parece que han hecho encuestas y muchas consultas para descartar a los que partían como favoritos. La presidenta autonómica, joven y creo que preparada, no va a tirar piedras a su propio tejado.
En todo caso, en este artículo no quiero opinar de los candidatos, reitero que no los conozco apenas, sí quiero exponer de las formas y del lío que se ha formado en algunos sectores de la familia popular, sobre todo en Mérida y aclarar de paso lo que creo que está pasando. Al menos como yo lo veo. Hay mucha desinformación al respecto.
En Mérida, según los Estatutos del PP, corresponde a la dirección regional con sus diferentes órganos, la designación de los candidatos de poblaciones de más de 20.000 habitantes, es el caso de la capital autonómica; en Badajoz es Madrid,. Y me consta que en ambos casos la Nacional ha dado la autorización para los nombramientos de Fátima Mulero e Ignacio Gragera. Matizar, – y dada las circunstancias no es un asunto menor- que lo que se ha hecho ahora es presentar a los “futuros candidatos”, esto será una realidad cuando el Comité Electoral lo apruebe definitivamente; sino que se lo pregunten a Cavacasillas que también lo nombraron de la misma forma y ahora lo han desnombrado.
Por lo tanto, si María Guardiola ha consultado con su equipo, ha evaluado a los candidatos y tiene el visto bueno de Madrid , puede – y así lo ha hecho- elegir y presentar a los candidatos de las capitales. Hasta donde yo se, Cavacasillas estaba nombrado por el presidente provincial, que no tiene competencias para ello ;(el ridículo ha sido mayúsculo). En cuanto a Mérida, sencillamente no estaba elegido. Lo que había en la capital autonómica era una Comisión Gestora ideada por Manuel Naharro como pago a los avales que le dieron esos militantes para su candidatura a la presidencia provincial; que por cierto las gestoras son órganos excepcionales ideadas principalmente para cuando un presidente fallece o dimite, que no fue el caso de Mérida. Su misión principal es gestionar el partido en su ámbito territorial durante un tiempo máximo de seis meses salvo “que concurran circunstancias excepcionales” . Aquí llevaban 14 meses y no había nada excepcional. Es palmario que dicha gestora se hizo para echar a un comité ejecutivo legítimo y nombrar y elegir al candidato a la alcaldía dedocráticamente. No ha salido.
Todo claro. Resumo: El Comité Regional del PP es el órgano competente para designar a los candidatos de las grandes ciudades de Extremadura. Y María Guardiola lo ha hecho. Otra cosa es que acierte. Manuel Naharro ha prometido y ha creado unas expectativas a unos supuestos candidatos, para lo que no tiene competencias. Y de paso ha formado el gran lío. Yo ya dije en otro artículo que este hombre dará “juego”.
En cuanto a “las formas”, no se de qué se quejan algunos, son las mismas de siempre, esas formas por las que fueron elegidos ellos mismos.
Último: me parece denigrante la campaña, más que sucia, aunque infantil, que están haciéndole a Fátima Mulero. Y que no digan que son gente de VOX o del PSOE, no, desgraciadamente son personas del PP, muy acostumbradas a calumniar permanentemente a compañeros si las cosas no les sale según sus intereses. Hacen daño personal a la candidata y al mismo partido.
PD. Este es el artículo que había escrito para comprender lo que había pasado con las candidaturas de las dos capitales. Lo iba a borrar por los últimos acontecimientos, pero creo conveniente mantenerlo. A última hora han cesado a Fátima Mulero por, según María Guardiola, pérdida de confianza. O ha dimitido por petición gubernamental, lo que viene a ser lo mismo. Es obvio que los malos se han salido con la suya y la campaña infame en contra de la ya ex candidata, ha acabado con su vida política antes de empezar. Las razones habrán sido poderosas porque Mulero ha sido utilizada y tirada como un clínex. Y no se me olvida que fue el PP quien fue a por ella. En otros tiempos mi partido decía que “el PP era el partido de las personas”. Sería en otros tiempos.
¡FELIZ NAVIDAD!