Pedro Acedo

Portavoz PP en el Ayuntamiento de Mérida


En la década de los 80, con la aparición de los vídeos caseros y la proliferación de los vídeos-clubs, las salas comerciales de cines sufrieron una devastadora crisis. En todo el mundo. También en Mérida. Y hubo muchos: El Alcazaba, El Trajano, Liceo, Navia (Maria Luisa), Ferroviario, Ponce de León, Albarregas, Plaza de Toros… Todos tuvieron que cerrar. No iba nadie. A todos nos entró la fiebre del alquiler cómodo y de hartarnos de ver películas en casa (entonces no había cadenas de televisión privadas y las pocas cintas que emitían en los dos canales de la pública estaban un poco anticuadas). El Ayuntamiento, con buen criterio y acierto, se hizo cargo del Navia, cuyas instalaciones había adquirido la Junta de Extremadura y cedido al Consistorio por un periodo de 100 años. Le cambió el nombre, Navia por María Luisa, y así mantuvo el cine de siempre en nuestra ciudad. Soy aficionado al séptimo arte, conocía casi todas las salas y su particular historia, y recuerdo las películas que entonces se exhibieron, pero ese artículo se lo dejo a algún nostálgico. Sin segundas. Lo hará bien. Yo quiero hablar de lo que pasa ahora.

Es verdad que las grandes multinacionales americanas reaccionaron y se inventaron varias salas pequeñas en un mismo edificio, varias películas de estreno a la vez, más comodidad, palomitas de maíz, chuches y coca-colas, venta de entradas on line, etc. Pero la realidad es que levantaron una industria que parecía hundida. Y así volvimos de nuevo al cine. En nuestra ciudad, como en cualquier otra, se instaló uno de estos cines modernos, frente a la plaza de toros, de la mano del dombenitense y amigo, Gabriel Sánchez Gallardo. Pero no funcionó; mejor, no pervivió ante los potentes cines que se instalaron en el entonces llamado Pall Mall Center, después El Foro.

Y desde el Ayuntamiento que presidí ayudamos para que Cinesa, de la mano de Acciona, instalara los multicines que todos conocemos. Sin nuestro acuerdo hubiera sido imposible. No había espacio para las salas sin los locales que en el Centro Comercial dispone la institución municipal. Y así fue como un centro paralizado y muerto comercialmente, se llenó de actividad en locales de ocio que, a la sombra de los cines, se pusieron en marcha. Se crearon muchos puestos de trabajo y se demostró el acierto de aquel acuerdo bilateral con Acciona y Cinesa, a pesar de las zancadillas de algunos concejales de entonces (1998). Hoy, muchos locales han cesado su actividad. Pero eso son cosas del mercado, de las modas y de la competencia.

También hoy, desgraciadamente, se anuncia el cierre de los multicines, con el despido de 14 personas y un palo para lo poco que queda abierto en el Centro Comercial. Y, sobre todo, un palo al turismo que viene a nuestra ciudad que, después de su recorrido monumental, también busca este tipo de ocio cultural y tranquilo. Y no menos importante, un palo para los emeritenses que disfrutamos de nuestra película de estreno favorita, que la podemos ver el mismo día que se visualiza en las grandes ciudades de España. No en vano, la empresa, con más de 500 salas, es líder del sector.

Termino. El Ayuntamiento, aún entendiendo que el litigio es entre privados, debe ejercer de intermediario importante, yo diría que decisivo, para que no se consume el cierre de los cines. Siempre lo hizo, con diferentes gobiernos, como recuerdo al principio.

Nosotros estamos ahí para ayudar y así nos ofrecemos al actual Gobierno; bien es cierto que la ceguera política y la soberbia del gobierno socialista, les impide entender que hay cosas positivas para Mérida que deben estar por encima de la confrontación política. Pero esto es predicar en el desierto. Espero que sea por poco tiempo.

About Mérida Digital

Toda la información relacionada con Mérida y su Comarca

View all posts by Mérida Digital

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.