Marta Gervasia Garrido Moreno

Concejal del Grupo Municipal VOX en el Ayto de Mérida


 

Hace pocos días nos despertábamos con una triste noticia para todos los emeritenses: las obras que la Fundación Juan de Ávalos había donado a la ciudad en año 2014 abandonan Mérida. Según el Ayuntamiento es porque el Museo del Costurero, que es dónde se ubican no reúne las condiciones adecuadas para garantizar su integridad.

Analicemos esa burda y mezquina excusa esgrimida por el Ayuntamiento:
He estado estudiando el convenio que se firmó el día 8 de Octubre de 2014, por el entonces Alcalde del Excmo. Ayuntamiento de Mérida y con el Presidente de la Fundación que lleva el nombre del universal escultor emeritense, que no es otro que su propio hijo. (Uds. también lo pueden hacer en el siguiente enlace: http://descargas.merida.es/transparencia/convenios/2014-23-juan-avalos.pdf para corroborar mis afirmaciones.

En este contrato de donación no se designa en ninguna de sus estipulaciones ninguna ubicación en concreto para albergar las obras, sino que el Ayuntamiento se comprometió a habilitar un local dentro del círculo histórico de visitas de la Ciudad de Mérida; así pues, y en consecuencia, es indiferente el lugar dónde estén depositadas y exhibidas.

Las 33 obras donadas, más otras 37 del genial escultor, se acogieron en el Museo de Mérida, que se ubicaba en el edificio del “Costurero” que pocos meses antes, se había inaugurado.
La Corporación Municipal actual, de signo socialista, decidió cerrar el inmueble en el año 2018, ya que según el todavía Alcalde, Sr. Rodríguez Osuna, presentaba defectos en cubierta y climatización, problemas de humedades y filtraciones y su falta de accesibilidad. No pongo en duda que el edificio presentara esos defectos, pero al Ayuntamiento le cabían dos soluciones, o repararlo o simplemente trasladar las obras de D. Juan de Ávalos a cualquier otro local que reuniera condiciones.

Retomo la lectura del contrato de donación de 2014, en cuya cláusula Décima se especifica: “Para el supuesto de no poder gestionar el Ayuntamiento la exhibición al Público de las obras donadas así como el mantenimiento de las mismas, la presente donación quedará sin efecto y todas las obras donadas se reintegrarán a su legítima propietaria.”

Es decir, que el Sr. Alcalde miente flagrantemente: es falso el pretexto de que el edificio que alberga la colección no reúna las condiciones, ya que como hemos visto, podría simplemente haberlas trasladado a otra ubicación (al Museo Abierto de Mérida, por ejemplo, que está infrautilizado), sino que reconoce expresamente que se debe a su incapacidad de gestionar su exhibición al público y no quiere afrontar el mantenimiento de las mismas.
Para apuntalar su subterfugio, la Concejal-Delegada de Cultura, Dª Silvia Fernández, volvió a poner el foco en el edificio del Costurero, al afirmar que la reparación de este inmueble de titularidad municipal no es una prioridad, ya que para poder abrir ese edificio se necesita una inversión abismal.

Pero como la hemeroteca no se puede olvidar, fue la misma concejala la que en octubre de 2019 afirmó rotundamente sobre el edificio que: «Se está haciendo una reforma del edificio para poder acoger exposiciones itinerantes y dar cabida a más artistas extremeños», al tiempo que preveía que se volvería a abrir al año siguiente.

Llegó el mes de noviembre de 2020, y como la promesa había sido incumplida, mi compañero Ángel Pelayo Gordillo preguntó al Sr. Alcalde al respecto, a lo que esté le contestó que el proyecto de reforma integral de ese edificio era una iniciativa que se estaba presupuestando.

Ese día, el concejal de Patrimonio Arqueológico, D. Manuel Martínez, explicó que para este edificio tenían entre manos un «proyecto muy ambicioso en el que se trabaja desde hace meses. Primero, para solventar el problema de infraestructura, que se hará a través de los fondos Edusi». Añadió este concejal: «Es un diamante en bruto que queremos que se incluya en el circuito turístico de la ciudad y que puedan visitar tanto turistas como vecinos»

Por si la incompetencia y la incapacidad del equipo de gobierno municipal para cumplir la promesa hecha en el 2019 por el Sr. Rodríguez Osuna no hubiera quedado suficientemente plasmada, tras el Pleno de celebrado en este año 2022, él mismo anunció que El Museo de Juan de Ávalos en el edificio El Costurero de la calle Almendralejo se iba a reformar con fondos europeos, concretamente con la partida de la estrategia EDUSI. No lo incluyó en su ambicioso y electoralista Plan de Inversiones que dotó con 16 millones de euros de los fondos municipales, anunciado a bombo y platillo, y que ya ha tenido que modificar en dos ocasiones.

Han pasado pues, más de cuatro años desde que se prometió rehabilitar el edificio de titularidad municipal sin que se haya hecho nada; bueno sí, promesas, anuncios, incumplimientos, retrasos y más retrasos.

Dejando atrás esta absoluta dejadez sobre un importante edificio del patrimonio municipal que data de principios del siglo XVIII y que albergó entre otras, dependencias religiosas, militares, psiquiátricas y finalmente judiciales, hasta el traslado de los juzgados al nuevo Palacio de Justicia en 2011, volvemos al asunto mollar de este artículo, que no es otro que denunciar la devolución de la colección escultórica donada a los emeritenses de su paisano D. Juan de Ávalos.

La solución para evitarlo, ya que las condiciones del contrato de donación no determinan una ubicación determinada para la colección, hubiera sido trasladarla al Museo Abierto de Mérida, situado en el circuito de museos de la ciudad y que actualmente tan sólo está ocupado por una colección de Geología y una colección de restos prehistóricos, que sin desmerecerlas en sus ámbito y valor, son de una categoría infinitamente inferior y de unas posibilidades de interés cultural y turístico que ni remotamente alcanzan la calidad ni cualidades de las obras escultóricas propiedad de los emeritenses que este Ayuntamiento ha dejado marchar.

Quizás alguno pueda atribuir este desastre cultural para la ciudad a la inutilidad, ineptitud y a la negligencia tanto de la Sra. Delegada de Cultura, Dª Silvia Fernández como del Sr. Alcalde, D. Antonio Rodríguez; pero del poco tiempo que llevo como representante municipal he aprendido que nada sucede por casualidad.

Yo lo atribuyo más al odio interiorizado a D. Juan de Ávalos, asociándole a las esculturas realizadas para el Valle de los Caídos, impulsado por el régimen de Franco y que si por los socialistas y comunistas fuera, ya lo hubieran volado completamente, como hicieron los talibanes en Afganistán con los budas gigantes de Bamiyan de los siglos V ó VI.

Sobre ese irracional aborrecimiento, hemos de recordar que D. Juan de Ávalos ostentaba el carnet de afiliado número 7 del PSOE de Mérida y estuvo a punto de ser fusilado cuando las tropas de Yagüe tomaron Mérida, siendo salvado in extremis por el párroco de Santa Eulalia, mientras que el resto de arrestados en el Casino, tras ser rapados y hacerles beber aceite de ricino, fueron todos pasados por las armas. Al PSOE se afilió a petición del alcalde de Mérida durante la República entre los años 1931 y 1934 y restituido por el Frente Popular en febrero de 1936. (se le recuerda por su valiente actuación como Teniente Coronel en la toma de Teruel por las tropas republicanas durante la infausta Guerra Civil y también, tras perder la plaza, de la que era comandante militar, ordenó el fusilamiento de más de 50 hombres de la 84.ª Brigada Mixta que se habían rebelado ante la orden de volver al frente).

Nunca juró los principios del movimiento. Al terminar la guerra, Ávalos fue repudiado por el régimen franquista, (BOE número 208 del lunes 27 de julio de 1942 y dice así: “Según la orden firmada por el ministro de Educación Nacional señor Ibáñez Martín, don Juan de Ávalos García-Taborda queda depurado por falta de confianza al no ser afecto al régimen”.), por lo que probó el amargo sabor del exilio desde 1942 a 1950 en Portugal.

En 1951 ganó el Concurso público para ornamentar el Valle de los Caídos y se le adjudicó la obra, aunque con muchas protestas de académicos adictos al franquismo. Ni “don Paco” (como él le llamaba) le adjudicó el contrato a dedo ni tuvo amistad alguna con él. Sus honorarios se redujeron a 300.000 pesetas por unos trabajos que duraron cuatro años. Siempre incidió en el «carácter reconciliador» de Cuelgamuros, la necesidad de separar cultura y política y que «el general nunca quiso enterrarse allí».

Está enterrado en nuestra ciudad, como postrera muestra que siempre estuvo en su corazón y lo estará para la eternidad.

Con esta reseña histórica quizás haya demolido con datos el odio cerval que tienen a este artista emeritense genial y universal, cuya trayectoria ha sido reconocida con numerosísimos premios (entre ellos, y con clara significación política, en 1970 le hicieron miembro honorífico de la Real Academia de Rusia) y participado en decenas de exposiciones nacionales e internacionales, estando sus obras expuestas en España y en el extranjero, de la que no voy a entrar en detalle, porque convertiría este artículo en un libro.

En resumen, las obras de Juan de Ávalos se marchan de Mérida no porque el edificio que las alberga sufra de defectos, ya que bien se podían haber trasladado a otro o haber sido reparado como prometieron, sino porque la Corporación municipal reconoce no poder gestionar su exposición al público y costear su mantenimiento. Una absoluta vergüenza.

Mientras tanto, y en materia de “Kultura” el Ayuntamiento despilfarra con nuestro erario público y sin pudor, actividades tales como: Concierto de Bucéfalo, 19,904,50 €; Actuación Musical grupo “La Pegatina”, 53.600 €; Concierto de Camilo y Dani Martín, 50.000 €; Difusión publicitaria del Festival “Stone & Music”; 660.000 €; 165.289,26 € por el mismo concepto en el ejercicio 2020; y 100.000 en el 2019; Aparición de la Ciudad de Mérida durante 3 minutos en el programa “El Hormiguero”, 82.304,13 €; Actuación de Ruth Lorenzo en el Día del Orgullo LGTBI, 22.000 €; Aportación municipal al concierto de Annuel, 90.000 €; ¡Ah! y el planificado Museo de Arte Urbano para hacer murales y pintadas, dotado con 430.954 € . … a todas estas cifras, hay que sumarles el IVA correspondiente.

Reflexione Vd. amigo lector; ya que los llamamientos hechos al sentido común a la Corporación Municipal son inútiles.

Por último, y ante las entrañables fechas en las que nos encontramos y a pesar de que el sufrimiento de cada vez más familias está alcanzando la desesperación, guardemos esta Navidad una sonrisa para los niños, para que vivan estos días con la ilusión, candidez e inocencia que aún conservan y seamos especialmente cariñosos y cuidadosos con nuestros mayores, muchos de ellos solos estos días y tratemos de acompañarles en sus añoranzas.



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