Eloy López Sánchez

Periodista


Comienza una nueva Pretemporada futbolística para toda Mérida y su comarca y con ella, el enésimo intento del Mérida A.D. y la Familia Martín, de llevarlo a las cotas de éxito que se merece, no sin mucho esfuerzo, trabajo, ilusión y mucho dinero de su bolsillo. A lo largo de estos dos próximos meses de verano, veremos un incesante baile de rumores, fichajes, proyectos, sponsors, acciones sociales, lavado de cara del estadio y muchas promesas y buenas intenciones, con la meta final de intentar, nuevamente, el asalto a la Segunda División A del fútbol español. Porque como dice el ripio: un romano, nunca se rinde.

Todas estas acciones y aspiraciones, deben estar asentadas en una sólida base, para que los primeros cimientos, permitan crear del barro un rascacielos, que lo corone la bandera del éxito, allá por el mes de junio de 2018. Pero aunque se está marchando por la senda más correcta y oportuna, dadas las circunstancias y limitaciones con que cuenta Extremadura, no estaría de más, volver la vista a tras, y ver la senda que sí se debiera volver a pisar.

Hace ya más de cuatro lustros, hubo un hombre, todo corazón, sapiencia y trabajo, que se creyó su propio sueño y supo convertirlo en realidad y, más aún, compartirlo y hacer feliz a una comunidad autónoma entera: Extremadura. Ese hombre, no contaba con las mejores circunstancias, pero sí con su más eficaz arma: la convicción de palabra (y una buena dosis de testosterona, por decirlo elegantemente). Ese hombre, fue el primero en lograrlo en nuestra tierra y en dos ocasiones. Desde entonces, sólo uno de sus mejores amigos lo igualó y nadie, nunca más, se ha arrimado a tan magna hazaña, por el momento. Me refiero a Don Pepe Fouto y Don Pedro Nieto, con su Mérida y Extremadura, respectivamente.

En mi labor de periodista, durante más de dos años, me he ocupado de pulsar la opinión de distintos sectores de Mérida y del Fútbol Extremeño, y en todos, encontré las mismas respuestas afirmativas: “¿Por qué no?”. “Me encantaría”. “Se lo merece más que nadie”. “Por mi parte ningún problema”. “Yo lo apoyaría”. “Nunca tendría que haber sucedido”. “Es un referente e historia para Mérida y para el Mérida”. “Es el mejor presidente de la historia”… Todas estas manifestaciones las he recogido de aficionados, del propio alcalde Osuna, del excalde Penco, de otros líderes políticos, de la Federación Extremeña, de la Federación de Peñas, de otros clubes y entidades de Mérida y su Comarca, de exjugadores, técnicos y expresidentes, periodistas, empresarios y del propio presidente actual del Mérida Daniel Martín, que estaría, no sólo encantado de realizarlo, sino de nombrarlo, ya de paso, Presidente de Honor del Mérida AD, que ganado se lo tiene.

Y es que, ya creo que va siendo hora de hacer los reconocimientos en vida y no dejarlos, para cuando estemos pastando en las tierras de Morfeo. Es el momento de no dar cabida a postergar, ni un solo día más, un craso y desafortunado error, como fue el despojar al Estadio Municipal Romano de Mérida, del nombre de PEPE FOUTO. Errores cometemos todos, pero debemos saber reparar esta deuda histórica, que la ciudad de Mérida tiene con el presidente que nos situó en el mapa futbolístico de España y Europa y nos brindó la oportunidad de ser partícipes y disfrutar de la Liga de las Estrellas.

Señor Osuna y su equipo de Gobierno. Señor Daniel Martín. Señor Presidente de la Federación de Peñas del Mérida A.D. Señores aficionados y amantes del fútbol de Mérida y su Comarca: Es el momento de dejar nuestro estado de apatismo recalcitrante y hacer realidad que, El Romano, vuelva a llamarse, esta temporada: Pepe Fouto. Ya no hay excusas ni parapetos. Devolvamos, con justicia, algo que él no pidió, pero que se lo merece. Yo, SÍ QUIERO. Ustedes deciden si escuchan o no a su pueblo.

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