Pedro Acedo
Este último mes ha sido una bomba para el Partido Popular. De la noche a la mañana todo se ha revolucionado. A los mediocres resultados de Castilla y León, siguió la enorme pifia del extremeño Alberto Casero votando, por imperdonable error, con los socialistas y propiciando que el Gobierno de Sánchez aprobara la nueva Reforma Laboral, y después el escándalo de la investigación absurda e incomprensible -para la mayoría de los militantes-, de la familia de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Estos son, podríamos decir, los titulares de la “bomba”, pero la verdad es que se veía venir. Los Casados, Egeas, Caseros y demás “ninis” que les rodean se han ganado a pulso lo que les ha ocurrido; aún están en pura levitación preguntándose qué ha pasado para que los echen sin honor alguno. Y es que han hecho mucho daño al Partido Popular. Mucho.
Y es que lo de Ayuso ha sido la gota que ha colmado el vaso. Los votantes del PP se ha hartado de estos niñatos y, sabiamente, han dicho ¡basta!, han forzado la salida de la Dirección pepera, se han echado a la calle y han exigido, en la misma puerta de su casa (Génova, 13), la dimisión de los que estaban llevando a la ruina al partido más importante de España. Y a los muchachos dirigentes, como no podía ser de otra manera, se les han soltado los esfínteres (perdón) y se han largado por patas. (afortunadamente). Eso sí, dando coces.
Creo que es lo mejor que le ha podido pasar al PP. Fuera ya estos infantiles muchachos, el Partido Popular y España necesitan políticos serios y con experiencia, comprometidos y que lo den todo para ganar al nefasto gobierno de Sánchez.
Y en esa estamos. Núñez Feijóo, era el favorito para suceder a Rajoy en 2018, pero no pudo . Todavía tenía faena en Galicia. Pero ahora, haciéndose eco de la petición, claramente mayoritaria, de la militancia da el paso y es de “facto” el nuevo presidente del PP y, más que probablemente, el sustituto de Pedro Sánchez en el Gobierno de España.
Núñez Feijóo cerrará su campaña en Extremadura, y más concretamente en su capital, Mérida. Un detalle que muchos le agradecemos. Pero, ¿Qué significa? Yo, sinceramente, no lo sé. Tampoco sé si perjudico o beneficio a alguien con lo que estoy diciendo públicamente, pero es mi opinión sincera. Tampoco me importa. No es otra cosa que decir lo que pienso: que Monago será el número dos de Feijóo, o sea, el Secretario General Nacional. Y lo digo yo, que fui alcalde de Mérida durante 16 años y ex adversario suyo a la presidencia popular.
Monago tiene preparación, experiencia y capacidad para que sea el elegido. Es verdad, es un veterano, pero es lo que necesita el PP en estos momentos. No necesitamos más infantilismos, necesitamos personas que sepan de qué va esto. Personas que sepan pactar, que unan, que dialoguen con propios y extraños. Creo, en definitiva, que sería un acierto dé Feijóo que José Antonio Monago fuera el próximo Secretario General Nacional.
