Félix Pinero
Periodista y escritor
Es Académico Correspondiente de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes
Fernando de los Ríos Urruti (Ronda, Málaga, 08/12/1879; Nueva York, 31/05/1949) ha pasado a la historia de España por ser ministro de Justicia (14/04/1931-16/12/1931); ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes (16/12/1931-12/06/1933) y ministro de Estado (12/06-12/09/1933) y diputado en Cortes por Granada en 1919-1920 y del 07/05/1931 al 02/02/1939; y por Madrid (28/05-15/09 de 1923) y diputado de la Asamblea Nacional Consultiva en 1927.
A la historia de Extremadura ha pasado por ser hijo adoptivo de Mérida el 19 de junio de 1933 cuando, siendo ministro de Instrucción Pública, acogió bajo su patrocinio la idea del Festival de Teatro Clásico Romano de Mérida en su segunda era y concedió ayuda económica del Estado para la representación de “Medea”. Sus dos ilustres actores, Margarita Xirgu y Enrique Borrás, así como él mismo, fueran nombrados hijos adoptivos de Mérida por el Pleno del Ayuntamiento presidido por el alcalde, Andrés Nieto Carmona. Además, el 29 de junio de 1933 inauguró el Parador Nacional de Turismo de Mérida.
El profesor De los Ríos Urruti era hijo de José del Río y Fernanda Urruti y sobrino de Giner de los Ríos, fundador de la Institución Libre de Enseñanza; se casó con Gloria Giner de los Ríos García y tuvo una hija, Laura de los Ríos. A los 16 años se trasladó a Madrid, donde se formó en el espíritu de la Institución Libre de Enseñanza.
Viajó a Alemania, donde amplió sus estudios, becado por la Junta de Ampliación de Estudios. A partir de 1911, ejerció la docencia como catedrático de Derecho Político de la Universidad de Granada.
Tras la huelga revolucionaria de 1917, ingresó en el PSOE, siendo elegido diputado socialista en 1919 y reelegido en 1923, 1931, 1933 y 1939. En 1930 participó en el Pacto de San Sebastián, que desembocó en la fracasada sublevación de Jaca, que pretendía la proclamación de la II República Española, lo que supuso, conforme a la legislación vigente, su encarcelamiento. Algún tiempo después, en 1928, fue elegido vocal de la Comisión Ejecutiva del PSOE, siendo reelegido en 1932. Ejerció como ministro de Justicia en el gobierno provisional de la II República y, más tarde, de Instrucción Pública.
Falleció en Nueva York (Estados Unidos) el 31 de mayo de 1949, de cuya Universidad de Columbia fue profesor.
Entre sus obras principales destacan: Obras completas, edición a cargo de T. Rodríguez de Lecea, Rubí (Barcelona) y Madrid (Anthropos y Fundación Caja Madrid, 1997, cinco volúmenes; La filosofía del Derecho en Francisco Giner y su relación con el pensamiento contemporáneo (Madrid, Biblioteca Corona, 1916); Vida e instituciones del pueblo de Andorra. Una supervivencia señorial (Madrid, Centro de Estudios Históricos. Junta para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, 1920); Mi viaje a la Rusia soviética (Madrid, Caro Raggio, 1921); El sentido humanista del socialismo (Madrid, Javier Morata, 1916); Religión y Estado en la España del siglo XVI (New York, Instituto de las Españas en los Estados Unidos, 1927); y El pensamiento vivo de Francisco Giner de los Ríos (Buenos Aires, Losada, 1949).
El 19 de junio de 1933, el Ayuntamiento de Mérida celebró la sesión supletoria de la ordinaria, señalada para el día 17, que no pudo celebrar por falta de quórum (“de número”, según el acta). En aquella sesión se acordó nombrar hijos adoptivos de Mérida “al Excmo. Sr. D. Fernando de los Ríos, actual ministro de Estado, que siéndolo de Instrucción Pública, acogió bajo su patrocinio la idea de este festival artístico y concedió ayuda económica del Estado para que la representación de “Medea” pudiera ser un hecho; y de los ilustres actores doña Margarita Xirgu y don Enrique Borrás, que tan magistralmente han interpretado los principales personajes de la clásica tragedia, teniendo pendientes de su arte inimitable a los miles de espectadores de dentro y de fuera de Mérida, muchos extranjeros, que acudieron a presenciarla. Estos nombramientos se extenderán en artísticos pergaminos, de los que oportunamente se hará entrega a los interesados.”
Asimismo, el Pleno “acordó felicitar por la participación que cada uno ha tenido y por la aportación que con su trabajo han hecho para que pudiera celebrarse el inolvidable espectáculo a los señores siguientes:
“Don Miguel de Unamuno, sabio maestro traductor de esta obra; don Cipriano Rivas Cherif, inteligentísimo director artístico de la Compañía Xirgu-Borrás; Excmo. Sr. Don José Ramón Mélida, insigne arqueólogo, director de las excavaciones, que con su trabajo tenaz y perseverante, durante muchos años han hecho surgir de sus ruinas el Teatro Romano, posibilitando que en él se diera la representación, y al Ilmo Sr. D. Maximiliano Macías Liáñez, delegado provincial de Bellas Artes, hijo ilustre de esta ciudad, sin cuya eficaz ayuda bajo la dirección del señor Mélida no hubiera sido posible la reconstrucción del teatro. Ofreciéndose a todos estos señores, así como a los declarados hijos adoptivos, como recuerdo de la fecha histórica de la representación de ‘Medea´, copias de las fotografías sacadas durante el acto.
“Todos los señores concejales se adhirieron a estas propuestas, que sin discusión y por unanimidad son aprobadas.”
Por último, la presidencia da cuenta de que con motivo de la representación de ‘Medea´, el embajador de Italia hizo entrega de una rama de laurel del Capitolio, que el pueblo de Roma ofrenda al de Mérida, “en conmemoración de la fecha en que ha dado comienzo este ciclo histórico-artístico, que tan alto ha de poner en el mundo el nombre de nuestra ciudad”.