Fran Medina Cruz
Es Mérida rica en historia y con ayuda de buenos gestores se encuentra en una posición única para afrontar el futuro, ya que puede capitalizar su herencia cultural y su patrimonio para construir un camino hacia la modernidad sin perder su identidad. Sin duda el tren solo pasa una vez, lo que hay que tomar nota ya que este tren va con muchos años de retraso.
La historia de la ciudad es un activo valioso. La preservación de edificios, monumentos y sitios históricos es fundamental para mantener la autenticidad y la identidad de la ciudad. La restauración y conservación adecuada de estas estructuras pueden atraer turismo y promover el orgullo cívico. Pero para que todo eso sirva de escaparate a un mundo lleno de nuevos y viejos recursos para el visitante, las ciudades históricas deben actualizar sus infraestructuras de transporte con el resto del país y de Europa, para satisfacer las demandas de una población moderna. Que está dispuesta a visitar en pocos días el mayor número de estaciones. Esto incluye la expansión de sistemas de transporte nacionales eficientes, que pasen y paren por nuestra ciudad, la mejora de las carreteras y la inversión en tecnologías de movilidad sostenible.
La otra cara de la moneda es la que trata de cubrir todas las necesidades del viajero, ya que es esencial para crear una experiencia turística atractiva y exitosa. Cuando un viajero siente que sus necesidades están siendo atendidas y que la experiencia vale la pena, es más probable que regrese y comparta su experiencia positiva con otros, lo que puede tener un impacto significativo en el turismo y la economía local. Esto se consigue si se dispone de una variedad de opciones de alojamiento que se adapten a diferentes presupuestos. Esto incluye desde hoteles de lujo hasta hostales económicos, Airbnb y campings. Al proporcionar una amplia gama de opciones, una ciudad puede atraer a viajeros de diferentes perfiles y bolsillos, lo que aumenta su atractivo como destino turístico. Mientras nos aseguramos de que la ciudad sea accesible para personas de todas las edades. Esto incluye infraestructuras amigables, transporte público accesible y una planificación urbana que facilite la movilidad de todos los visitantes.
Aunque el patrimonio histórico y cultural de una ciudad es valioso, es importante ofrecer una variedad de recursos culturales para que los visitantes puedan disfrutar de experiencias diversas. Museos, los que ya están y los que siempre parece que llegará y nunca lo hacen, y adecuación de nuevas galerías de arte. Aparte de nuestros festivales romanos, y musicales. La comida es una parte integral de la experiencia de viaje, y una ciudad que ofrece una amplia gama de opciones gastronómicas, desde la cocina local tradicional hasta restaurantes internacionales de alta calidad, puede satisfacer los gustos de todos los viajeros. Proporcionar oportunidades para actividades al aire libre, dentro de la propia ciudad. Pero esto deja de tener sentido si olvidamos de la ecuación la atención al cliente. La hospitalidad y la calidad del servicio son fundamentales. Un trato amable y atento por parte de los residentes y el personal de servicio puede marcar la diferencia en la percepción del viajero sobre la ciudad y su disposición a regresar. Profesionalizar el trato, como norma de excelencia hacía en visitante.
Quizás sea pedir demasiado, o tal vez estemos en el camino correcto, sea lo que sea, debemos intervenir entre todos, porque esto es cosa de todos. Crear el ambiente correcto y necesario para que Mérida alcance el objetivo de ser lo que fue hace siglos pero pensando en ser lanzadera de ciudad moderna, atractiva y sostenible.
