Agustín Plaza Aguado


Hace unos días leía una entrevista a Cristina Fallaras, periodista, ex directora de Diario 16, que pasó por la cadena Ser, El Mundo, Radio Nacional de España, Antena 3, Tele 5 , el Periódico de Cataluña etc. etc., esta señora, después de muchos avatares profesionales y personales se ha convertido en una de las plumas más agresivas y en una de las voces más críticas contra el sistema al cual sirvió y donde tuvo su momento de poder.

Con estos antecedentes surge la duda sobre si sus comentarios estarán cargados de resentimiento o por el contrario tendrán el análisis certero de quien ha manejado resortes complejos de información, más aún cuando realiza afirmaciones como esta ”….si tienes a todos los ministros del Gobierno de González, más allá de que Solchaga esté construyendo un neocapitalismo radical, ‘montando’ puertas giratorias lo primero que hacen es controlar los medios de comunicación, y encima colocarse ahí” una afirmación así aparentemente es difícil rebatirla pues no es de recibo negar lo evidente, sin embargo aquí la gran duda surge cuando se analiza quien es el controlado y quien el controlador, y tras una reflexión de la evolución podemos concluir que fueron los medios de comunicación ( los capitales que los manejan, para ser más exacto) quienes controlaron a los políticos y ex políticos y no al revés.

En esa misma entrevista, afirma “…recordar que el Grupo Prisa es el mayor responsable de que en España se ‘vendiera’ la Ley de Amnistía. Una ley que llevó a la democracia a pactar con el criminal y a no condenar ni a los franquistas, ni a los torturadores, ni a los asesinos a cambio de la buena democracia que iba a venir. El que construyó el relato de que aquello era bueno fue el Grupo Prisa. El que construyó la idea de que olvidarse de los republicanos, de olvidarse de las fosas, de olvidarse de las cunetas, y “amar” a ‘Alaska y los Pegamoides’ era el Grupo Prisa.” En este caso, pese a sonar muy duro, la historia y el presente están ahí, el dictador, los asesinos y los torturadores en España se ha ido ‘de rositas’ y en los años 80 se apoyan montajes como la movida madrileña y otras mamandurrias de similar estilo que vendiendo el inicio a un “mundo feliz” lo que realmente hicieron fue alejar a la sociedad de la lucha y pasar por alto una vergonzosa y manipulada ley de punto final, al dictado de banqueros, multinacionales y “países amigos”.

El problema surge cuando algunos descerebrados (apoyados también por medios de comunicación) globalizan los errores y los magnifican, tal es el caso de muchos seguidores de la Sra. Fallaras, principalmente del entorno de Podemos, que, en los últimos tiempos, descalifican la transición, la lucha de la clase obrera, ridiculizan los logros sociales y económicos obtenidos e insultan y menosprecian a tantos muertos, encarcelados y represaliados.

Alguno puede llegar a pensar que la lucha por la democracia se hizo desde un sillón con un ordenador o un móvil de última generación enviando correos o wasap, incluso la élite puede llegar a pensar que se hizo desde un congreso de diputados a 5.000€ mes, pues no, se hizo desde la valentía, desde el miedo, desde unas convicciones profundas y desde una generosidad absoluta, por todo ello debemos exigir respeto a tanto inculto y desinformado, teniendo claro que si se convierten en altavoces de la mentira, son tan corruptos como los medios de comunicación a los que apoyan a cambio de horas de pantalla.

Y a Vd. Sra. Fallaras, si tiene datos y documentos, sea coherente y no se quede en vaguedades, aunque tenga miedo, como también tuvimos en otra época, vaya a por ellos!, porque, en esto también estamos de acuerdo, los medios de comunicación eran una basura en los años 80 y en estos cuarenta años ninguno ha salido de esa basura, adaptémonos a las nuevas tecnologías y que sean las redes sociales las que denuncien tanta mentira, corrupción y manipulación y así rematen la transición.

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