Óscar Fernández Moruno
Portavoz Grupo Mixto Ayuntamiento de Mérida
Los resultados electorales del pasado 28 de mayo de 2023, han caído como un jarro de agua fría en la mayoría de los municipios del país, para una parte importante de la población, entre la cual me encuentro. Por varios motivos.
En primer lugar, para las personas que construimos y mantenemos estas candidaturas de las coaliciones Unidas Podemos en las elecciones locales, valoramos con preocupación y tristeza, comprobar de primera mano, las constataciones de esta coyuntura conservadora- reaccionaria, tanto en muchas capas de la sociedad, como en muchos medios de comunicación, que en nuestro país tienen una estructura de oligopolio.
Se cacarea mucho la defensa de la Constitución Española, pero muchos partidos políticos, no cumplen con el principio constitucional de progresividad en sus propuestas o medidas de fiscalidad. Se lanzan a una carrera de demagogia fiscal, sin sentido alguno. Además, hay otras formaciones que, pregonando la no aceptación del título VIII de la Constitución Española, la organización territorial del estado, en definitiva, el estado de las autonomías, se presentan a las elecciones autonómicas, y forman parte de sus instituciones.
En segundo lugar, ninguna de las candidaturas aceptó nuestra propuesta de acordar un debate público entre todas las candidaturas concurrentes.
En tercer lugar, además, de esta “ola reaccionaria”, lo que más nos ha sorprendido, es sin duda, que el alcalde anterior, A. Rodríguez Osuna, consiga tan buenos resultados, después de escucharle en unos audios tan brillantes, unas expresiones más propias de una persona que sabe manejar redes clientelares y caciquiles, y no tanto, como un responsable del gobierno municipal. El alcalde hablaba en unos términos poco coherentes con los principios de igualdad, mérito, capacidad y transparencia. Principios que deben regir los procesos selectivos de cualquier administración pública.
En la próxima corporación municipal entrante, el PSOE, con el alcalde al que me acabo de referir, sale “victorioso” con 14 concejales, el Partido Popular con 6 concejales, se recupera, pese a haber tenido un proceso de implosión y división interna en los últimos tiempos. Estos dos partidos ganan un concejal cada uno, y, también, consiguen más número de votos, con respecto a las anteriores elecciones municipales de 2019. Mientras que la extrema derecha de Vox, consigue el mismo número de concejales, pero aumenta en número de votos. Sin duda, la gran pérdida de votos de Cs (- 3.380 votos) que no alcanza el mínimo del 5%, ha beneficiado a otras formaciones, tanto al aumento del PP (+ 1.693 votos), como al de Vox (+ 600 votos), y quizás a la nueva candidatura “X Mérida”, formada por el exconcejal del PP, Miguel Valdés (2.103 votos). Desde Unidas por Mérida, perdemos una concejalía, y bajamos en 718 votos.
Sin duda, las antiguas formaciones del llamado “bipartidismo” han salido ganando.
Se puede intuir una corporación quizá algo ruidosa, con esas derechas disgregadas, haciéndose la guerra entre sí, pero sin una verdadera voz para sacar adelante sus propuestas.
Desde Unidas por Mérida, trataremos de no dejarnos llevar por ese ruido distorsionador de la realidad y seguiremos trabajando desde la oposición, por todo lo que importa realmente a la ciudadanía, y a las familias que construyen y mantienen esta ciudad cada día: por la recuperación de la gestión directa de los servicios públicos (autobús urbano, limpieza viaria, jardines, mantenimiento del alumbrado público, agua y alcantarillado…) por la atención a los sectores más vulnerables, y con mayores dificultades sociales. Vamos a seguir vigilando los procesos selectivos, y denunciando las malas prácticas y procedimientos, como los casos de la gestión de las obras del “antiguo convento de las Concepcionistas”, de las “ocurrencias” en la no rehabilitación del Mercada de Calatrava, y su cambio a nueva licitación para convertirlo en un museo. Por supuesto, vamos a defender soluciones prácticas, desde el ámbito municipal, a la crisis socio-ecológica, en la que estamos inmersos. Pero soluciones desde la defensa del interés general, no defendiendo los intereses particulares oligopolistas de empresas “abusadoras” del sector energético.
En definitiva, desde Unidas por Mérida, seguiremos apoyando toda iniciativa cuyo único fin disponga y suponga una mejora para el futuro de Mérida, pero no basadas en el “expolio” o venta de servicios y equipamientos de todas y todos.
“Quita a un cacique y elige a un alcalde”, fue un lema de campaña utilizado en las primeras elecciones municipales, de 1979, ya con la democracia reconquistada frente a aquellos sectores políticos, económicos y sociales que la habían arrebatado, y con los que algunas formaciones políticas y corrientes de opinión actuales se sienten muy identificadas.
Quizás vayamos contracorriente, sí. Quizás, estemos en una oleada de “caciquismo 3.0”, a la española, contra la que no hemos encontrada aún las herramientas con las que luchar para desbancarlo, también. Se acercan tiempos grises y se acercan nuevos procesos electorales.
Continuará…