Asociación Amigos de Mérida


En estos días de sofocante calor veraniego, cualquier aire fresco es bienvenido con regocijo. Así, un paseo por las calles emeritenses nos aporta pasajes más que refrescantes… congelados.

La recién inaugurada y coqueta plaza de Margarita Xirgu mira al colosal edificio de ladrillo rojo que alberga la mejor colección de Arte Romano de la península. Una bocanada de aire glacial llega desde uno de sus laterales, un aire gélido que se desprende desde hace veinte años de la herida abierta por una ampliación nunca comenzada. Año sí y año también, se promete el comienzo de su merecida ampliación y año sí año también surge una dificultad técnica, económica o política que hacen imposible el comienzo de una obra tan necesaria. La corriente de aire frío del museo se une a la que llega, con idéntico origen, desde la nueva sede del museo visigodo.

Congelada se encuentra también la construcción de la estación ferroviaria de Expacio Mérida. Los millones presupuestados para una infraestructura tan necesaria para la ciudad como para las empresas que quisieran asentarse en ella se pierden curso tras curso. Como hidrógeno líquido, que congela cuanto toca, volviéndolo frágil y quebradizo, este “expacio” congelado, vuelve frágil y quebradiza cualquier inversión de importancia en la ciudad. Dejamos a la imaginación del lector poner nombre a las empresas que, en buena lógica, podrían preferir asentarse en la capital extremeña.

Magníficos monumentos dedicados a los más bajos puntos de congelación se encuentran dispersos, desde hace lustros, por la anatomía emeritense. El magnífico solar baldío que completa el hueco dejado por el pretérito cuartel Hernán Cortés; la magnífica plaza que dará acceso al Instituto de Arqueología ubicado en el convento de las Freylas de Santiago; o el neomudéjar mercado del siglo XIX que tantas y tan variadas propuestas alberga, pero que permanece gélido e impertérrito a la vista de los emeritenses.

De la margen izquierda del río llegan, glaciales, los tristes susurros del vacío Archivo General de Extremadura, que continúa esperando, día tras día, que se acuerden de él y comiencen a llenar sus desnudas estanterías con legajos de historia y conocimiento.

Helado llega el aire del reconocimiento a las más relevantes festividades emeritenses. Un festival de Teatro Clásico que reinicia su andadura hacia la UNESCO quizás aporte esperanza a un asentado Carnaval y una joven Emérita Lúdica que esperan, ateridas, su declaración como Fiestas de Interés Regional.

Mucho más queda por relatar, pero lo dejaremos para otro momento, no sea que nos resfriemos con tanto fresco.

Esperemos que este verano venga calentito para descongelar Mérida.

About Mérida Digital

Toda la información relacionada con Mérida y su Comarca

View all posts by Mérida Digital

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.