Juan Barquilla
Portavoz Ciudadanos Mérida
“Si quieres arruinarte, gasta tu dinero jugando contra la probabilidad matemática, además te arriesgas a ser un adicto”
Esa dura frase, nunca se anunciará en una casa de apuestas. Como indica ese eslogan, es la realidad existente en multitud de hogares, cuando el juego entra sin invitación previa, y según qué casos, se lleva toda una familia y entorno por delante sin compasión alguna.
Famosos, futbolistas, equipos de fútbol de primer nivel patrocinados por estos negocios y anunciando juegos de azar online y casas de apuestas. Un estudio de una conocida casa de apuestas señalaba en 2017 que aproximadamente el 75% de los equipos de la liga estaban patrocinados por estos negocios en auge.
El resultado, normalizar, imitar lo que hacen nuestros ídolos. Ser “Cool”. En consecuencia un exponencial aumento de la adicción al juego.
Un estudio publicado reciente, que intenta dar luz sobre este peligro, nos señala unas conclusiones muy duras. Nos indica que las personas ludópatas, tienden a tomar malas decisiones, y más cuando experimentan emociones negativas como ansiedad o tristeza. Cuanto más juegan, más necesitan jugar y menos satisfacción le produce. Personas que no son conscientes de perder todo su patrimonio y ahorros de toda una vida por el juego compulsivo.
Es duro, pero a nuestro cerebro, según los expertos, le afecta de forma parecida que el consumo de ciertas drogas.
Concluyendo ese estudio en una realidad demoledora, “un alarmante 32% de los jugadores compulsivos informaron que habían considerado el suicidio dentro de los últimos 12 meses”
Intrigante la estadística, cuando comprobamos como el incremento de locales de apuestas y juego online coinciden en expansión también en los barrios perjudicados por la crisis y cada vez con técnicas y estrategias de marketing más agresivas. La ludopatía grave adicción in crescendo en España.
Existe mucha frustración, desempleo, empleo precario y este es un caldo de cultivo para que triunfen estos negocios. Se cree que es un dinero fácil y no se dice la verdad en algunos casos.
Personas endeudadas al máximo, familias pagando las consecuencias de esas deudas, problemas psíquicos, físicos y personales grandísimos.
Por otro lado, la otra cara de la moneda, los negocios en sí. Deben ser negocios con licencias, cumpliendo con la normativa vigente y pelean por un mercado en auge, por unos clientes potenciales, con unas estrategias de marketing en ocasiones controvertidas. Legalmente, si cumplen lo anterior, están en su derecho.
Las administraciones locales, regionales y estatales, deben involucrarse más y de forma efectiva ante el problema que tenemos en la actualidad, y no caer en el error de la copiosa recaudación de impuestos que genera el juego, ya que muchas generaciones están en juego.
En Extremadura, la Junta, trabaja desde hace demasiados meses en la elaboración de un protocolo de prevención de los juegos de azar, que proporcionará herramientas y recursos para actuar ante situaciones de esta naturaleza, intentan unificar estrategias y acciones dirigidas a la ciudadanía.
Llama mucho la atención, que sea este mismo gobierno, los que recientemente hayan vendido, a bombo y platillo, como remedio milagroso para erradicar el paro en la región, que “casi” se instalan un elenco de casinos y parques de ocio, compitiendo Extremadura con otras regiones más pobladas, mejor comunicadas y con mayor renta.
Para ello, lo más llamativo, es que se modificaría diversa normativa para facilitar la instalación y el efecto llamada a estos negocios. Esos cambios normativos también significarían mayores facilidades a negocios relacionados con el juego, ¿incongruencia?
Son necesarias iniciativas para retirar esos decretos que afectan, sobre todo, a zonas deprimidas, pueden llegar a causar problemas de salud pública. Tenemos que invertir en sectores más productivos y necesarios para nuestra tierra.
Ciudadanos Mérida, ante el aumento paulatino del número de locales de juego y apuestas en nuestra ciudad, ya demandó hace seis meses la puesta en marcha de un plan de prevención sobre el uso indebido de los juegos de azar y concienciación sobre la materia.
La iniciativa planteada apuesta por la formación de los jóvenes, haciendo especial hincapié en los menores, sobre el peligro que conllevan los juegos de azar y las apuestas.
Debemos concienciar no solo a los jóvenes y a las familias, de los posibles problemas de adicción de los juegos de azar y trabajar todos en un mayor control y vigilancia en las salas de apuestas.
Numerosas casas de apuestas utilizan campañas agresivas de marketing en la que los más indefensos son siempre los mismos. Gran polémica reciente suscitó en la pasada Feria de Mérida, la oferta que realizaba una famosa empresa del sector:
“Por cada apuesta superior a tres euros, una consumición en la Caseta de Ocio Juvenil”
Sin comentarios. Quedaron retratados.
