Pedro Acedo
Los socialistas llegaron de nuevo al gobierno municipal en 2015. Se cumplen casi ocho años. Hora de análisis antes de pasar por las urnas el 28 de Mayo.
Ellos mismos venden que son unos fenómenos, sólo hay que ver el último resumen de 2022 para darse cuenta de que hay más humo que fuego. Y es lógico que ellos mismos se auto vendan y digan que son buenos, bonitos y baratos.
Pero también se puede analizar la otra cara. Esa que demuestra que han mentido mucho, han hecho poco y la poca transparencia ha brillado en su pésimo gobierno. Es igual que haya escasa crítica desde la mayoría de los medios de comunicación o desde los partidos de la oposición, siendo cierto que cuando la ha habido el señor alcalde ha cortado por lo sano y de forma dictatorial, como fue el caso de la esperpéntica expulsión del portavoz de VOX, al que no dejó hablar y expulsó del Pleno Municipal a gritos y con amenazas, propio de un país bananero. Es verdad que tiene acojonada a la oposición. Y se nota.
Pero vayamos al grano: lo más importante para una ciudad es que crezca y se hagan inversiones. Eso redunda siempre en beneficios sociales. Y como todos los gobiernos del mundo dicen que lo hacen bien, lo mejor es olvidarnos de las palabras e ir a los hechos. Y lo más justo sería comparar los ocho de gobierno del PSOE con los ocho años de gobierno del Partido Popular. Seguramente será lo más inteligente y probablemente acertemos en nuestra decisión.
Aunque todo se olvida, en el contexto de comparar gestiones, es necesario recordar hechos contrastados. Algunas de las inversiones que quedan en la ciudad realizadas por el gobierno del PP: construcción del Centro Cultural Alcazaba, que llevaba 5 años paralizado; derribo del viejo scalextric y construcción de las Tres Fuentes, construcción de los túneles de la zona Sur; iluminación y desdoblamiento de la Avda. de Portugal y toda la circunvalación de la ciudad; remodelación total de las plazas de España, Santo Domingo, el Rastro y hasta 36 calles transformadas con plataforma única; transformación del recinto ferial, IFEME, que eran las antiguas naves de la Cros que se iban a derribar; se arreglo y derribo del muro de la Rambla para dignificar la zona con naranjos y peatonalizar la Puerta De la Villa; se consiguió el dinero para hacer realidad el proyecto que tenía Confederación del Río Guadiana; lo mismo que con el Albarregas; se construyó el camino perimetral de Proserpina y su correspondí iluminación, se quintuplicó el Patrimonio municipal emeritense; se realizaron mejoras en todas las barriadas… Es más que evidente que quien transformó la ciudad fue el gobierno del PP, que logró que Mérida diera el paso de pueblo a Capital y gran Ciudad.
Turno del PSOE: Plataforma única de Félix Valverde Lillo y tres calles más, derribo de una casa vieja en la rotonda de las Abadías; terminación del María Luisa, que otros habían aprobado…Y hasta ahí. Eso sí, fiestas y carnavales, muchos carnavales. Aunque el alcalde Osuna, prefiere los de Cádiz. Allí sí que participa y actúa con su Coro, al que aplaude su íntimo amigo Kichi, adalid de podemitas. Nada que ustedes no sepan.
