Pedro Acedo
(Fue alcalde de Mérida durante 16 años)
No hace mucho tiempo, vino a Mérida un tal Pedro Sánchez Castejón, corría el año 2016. Al tal lo habían echado del PSOE, incluso como es público y notorio, le cambiaron la cerradura de su despacho en la sede socialista de Ferraz. Eran aquellos tiempos en los que casi ningún socialista con cargo daba un duro por Pedro Sánchez y menos el presidente de Extremadura, por aquellas fechas, Guillermo Fernández Vara que apoyaba abiertamente a Susana Diaz, entonces presidenta de la Junta de Andalucía y favoritísima a liderar al PSOE.
Como decía al principio, Sánchez llegó a Mérida con su coche particular que, según él mismo, estaba recorriendo España para las elecciones de su partido a la Secretaría General. Como no era nadie, ni creía Vara que lo fuera a ser nunca, ni lo esperaron. El mitin lo dio con cuatro “pelagatos” (con perdón), ya que el boicot del aparato regional y local fue más que evidente. Fue en el parque de las Siete Sillas, subido a una mesa de terraza, que pidieron prestada al Mesón el Torero, no estaban ni el Presidente de la Junta, ni el alcalde de Mérida, Rodríguez Osuna.
Pero el viento se dio la vuelta y unos meses después, Pedro Sánchez, es elegido Secretario General, y en 2018 mediante una tramposa moción de censura contra Rajoy, es elegido Presidente del Gobierno de España.
Desde entonces, para que Sánchez los perdonara, tanto Vara como Osuna, no han dejado de hacerle la pelota al, otra vez, Presidente del Gobierno. Osuna, hace poco más de un mes, en la visita del líder, de todos los líderes socialistas, a la Capital Extremeña, desde el Teatro María Luisa, echaba baba por la boca arengando a los fieles a que «defendieran a Pedro y que no permitieran que le silbaran ni lo insultaran los “de la derecha”» y… bla, bla, bla.
Lo de Vara ha sido aún más rastrero, de crítico de Sánchez, que junto a García Page, lideraron una oposición a los excesos del personaje principal, a la sumisión más cobarde, que ni yo pude imaginar. Hoy para Don Guillermo, es buena la amnistía a los separatistas, la condonación de la deuda catalana en detrimento evidente para Extremadura, el pacto con los bilduetarras y el peligro claro de que España se rompa. Todo pactado y firmado en un hotel de Bruselas.
Pues bien, después de tanta sumisión de los socialistas extremeños encabezados por Don Guillermo, creo que su cambio tiene una motivación personal de dinero y poder, Extremadura y España es lo de menos, lo mismo que sus antiguas ideas críticas contra Sánchez. Todos decían que lo iban a nombrar ministro.
Sin embargo, el Presidente del Gobierno ya ha nombrado todo su gabinete y no aparece el de aquí, ¡si, si, si!, ese que con una formación social de derechas, incluso se afilió al Partido Popular, y se pasó al socialismo cuando Ibarra le propuso un alto cargo.
Sánchez que debe ser algo rencoroso, se ha debido acordar del plantón y la burla del mitin en el parque de las Siete Sillas y le ha venido a recordar que sí, que muy bien por su arrepentimiento, pero que tiene bastante con los 6.000 € del Senado, pero que hasta ahí, ya que «Roma no paga traidores ».
Lo de que le han ofrecido una “cartera” y la ha rechazado; no me lo creo. Y a lo de volver a “la bata”, que él mismo anunció, ya dije que tampoco me lo creía.
Y así fue.
