NOTA DE PRENSA
Propuesta de SIEx sobre las cabinas de teléfono fuera de uso
El 31 de diciembre de 2016, el servicio de cabinas telefónicas terminó al quedar desierto el concurso de explotación de estas, de modo que se designó directamente a Telefónica como prestadora del servicio al menos por un año más y quedó abierta la posibilidad de una prórroga de un año. Esto quiere decir que estas cabinas telefónicas seguirán ocupando espacio público sin funcionar como lo hicieron en 2017 y parece que lo hará durante el 2018.
Cuando pasamos al lado de una de estas cabinas, los más ni siquiera las toman en cuenta, los menos se preguntan qué hacen ahí todavía y muy pocos tienen la nostalgia de un tiempo pasado, no tan lejano, cuando no existían los móviles y te volvías loco por buscar una cabina para hacer esa llamada tan urgente. Pero en la situación actual, el abandono y la inutilidad de las cabinas telefónicas es palpable. No funciona ninguna, pero además tampoco es necesario que funcionen, lo que si hacen es ocupar vía pública, siendo un obstáculo más dentro de los muchos que ya existen en nuestras ciudades.
En muchos países ya están retiradas de las calles, en otros se han reutilizado como estaciones wifi con conexión a Internet gratuita, en España Telefónica busca usos alternativos, y ya ha iniciado un plan piloto con el que están transformando las tradicionales cabinas en puntos de recarga para móviles, con cargadores universales y antivandalismo y a la vez servir como puntos de información turística, abiertos 24 horas al día a muy bajo coste , para que los visitantes mientras cargan sus móviles, puedan consultar los puntos más interesantes de la ciudad, horarios de aperturas de museos o de otros centros, tiendas, eventos, etc.
Eso podría valer para las cabinas que se encuentren en la zona turística de la ciudad, dando así un servicio a nuestros visitantes. Pero si no se pretende reutilizarlas, siempre su retirada hará una ciudad más amable, más transitable y limpia sin obstáculos en la calzada que impidan el paso libremente y con mayor accesibilidad, si se eliminan todas las barreras arquitectónicas que lo impiden. En Mérida se han quitado algunas, pero aún quedan instaladas cabinas, prácticamente en todos los barrios, plazas o parques hay alguna y también en lugares turísticos y de gran tránsito peatonal. Por ello a SIEx nos parece interesante que, desde nuestro Ayuntamiento, se planifique una solución junto con las instituciones y empresas que las gestionan, bien de cara a darles una segunda vida, bien para su definitiva eliminación.
