Agustín Plaza Aguado
Durante los meses de enero y febrero , muchos han sido los temas que han conformado las portadas de la prensa y los avances de las noticias en radio y televisión , pero sin duda el más importante , es el que subyace en gran parte de las noticias más destacadas, estoy hablando del gravísimo problema judicial que tiene España.
Ya han quedado atrás los tiempos en los que un líder sindical era condenado por decir públicamente que “la justicia era un cachondeo” , desde entonces nuestro País ha avanzado social y políticamente , nuestra democracia ha ido madurando con ritmo lento y a veces dudoso, los poderes legislativo y ejecutivo se han ido adaptando a las normas democráticas y a la evolución socio política y económica de un país que venía impregnado de los restos de la dictadura más longeva de Europa y nuestra sociedad seguía dando muestras incluso de una madurez democrática de la que carecía, siendo ese uno de los valores que ha permitido una transición modélica y unos niveles de bienestar impensables , pero esta evolución se está viendo frenada porque la evolución del poder judicial no está en consonancia con la realidad de nuestro País .
Los únicos países que han evolucionado y mantienen un elevado nivel de conciencia social democrática son aquellos en los que la evolución de los tres poderes Ejecutivo, legislativo y judicial ha ido en paralelo, esto los aleja de planteamientos involucionistas, de rechazos sociales a la propia democracia y de posiciones alejadas de la defensa del estado de derecho, por eso es tan importante que España aborde de una vez por todas la reforma del poder Judicial, pues un poder judicial debe tener como mínimo dos cualidades básicas , la primera es la independencia , la segunda es que debe verse no sólo como ”legal” sino como “justo”.
La realidad de nuestro país es que tenemos un poder judicial controlado, manipulado y dirigido desde el poder político , desde el momento en que tanto en el tribunal supremo como en la fiscalía los nombramientos parten de equilibrios políticos , si ya sé que algunos dirán que realmente son los jueces los que nombran ….bla bla bla, ya estamos hartos de que encima de lo mal que lo hacen insistan en tratarnos como plebe gilipollas, y que pese a ser conscientes de que la sociedad cada día está más alejada del Sistema en general, (especialmente alejada de cualquier creencia en el poder judicial) , siguen empeñados en mantener privilegios, mamoneos, prebendas, controles , de forma que aquello ante lo que deberíamos ser todos iguales (o al menos parecidos) siga siendo una veleta movida por los vientos del poder económico , religioso, político , institucional, donde cualquier injusticia se reviste de legalidad y permite que esa “casta “ mantenga los privilegios propios del medievo .
No sé que Sorbona habrá que volver a ocupar, qué París habrá que buscarse para tomarlo, qué nuevo Ché habrá que inventarse, quién renovará a J Paul Sartre, Bob Dylan o J. Antonio Labordeta, pero lo que sí sabemos todos es que tiene que llover a cántaros para que el agua limpie, y la corriente se lleve a las alcantarillas tanta podredumbre y tanto veneno que este país tiene incrustado en su ADN .