Pedro Acedo
(Fue alcalde de Mérida durante 16 años)
Las últimas semanas hemos vivido unos acontecimientos frenéticos. Y no ha sido para menos. El parlamento extremeño ha elegido por mayoría absoluta a María Guardiola, del Partido Popular, presidenta de la Junta de Extremadura. Acontecimiento histórico sin duda alguna, y no porque sea un gobierno del PP y de VOX, que también, sino porque Extremadura tiene, por primera vez, al frente del gobierno, una mujer, llamada María.
Ha llovido hasta llegar aquí. Ninguno de los partidos con posibilidades de ganar unas elecciones autonómicas, esto es UCD, PSOE Y PP, presentaron alguna vez una mujer como candidata, excepto en estas elecciones en las que ha sido elegida María Guardiola.
La reciente historia democrática en Extremadura empezó en el mes de junio de 1978 con el nombramiento como primer presidente de la Junta Preautonómica de Extremadura de Luis Ramallo, de UCD en aquellas fechas; siguió en 1980 con Manuel Bermejo, también de UCD, y Rodríguez Ibarra en 1982 del PSOE. Durante los cinco años de preautonomía se tomaron decisiones importantes y esenciales como la aprobación del Estatuto de Autonomía y la elección de Mérida como capital regional .
En 1983 se celebraron las primeras elecciones autonómicas ganando el Partido Socialista, con Ibarra al frente y convirtiéndose en el primer presidente de la Junta. Posteriormente ganaría cinco veces más. Le siguió Fernández Vara que presidió el gobierno extremeño en tres legislaturas (2007, 2015 y 2019). En 2011, después de 32 años de gobiernos socialistas, gana las elecciones el Partido Popular con José Antonio Monago, que consigue ser investido presidente gracias a la abstención de Izquierda Unida. Vuelve Vara en 2015 y hasta ahora, cuando es elegida presidenta María Guardiola con los 28 votos de los diputados del PP y los 5 de VOX, lo que significa la mayoría absoluta de la Asamblea.
Ya pasaron los días de dudas. Los días en los que parecía que el acuerdo imprescindible para el cambio de gobierno regional entre el PP y VOX que habían votado la mayoría de los extremeños, se rompía definitivamente. En el descuento (en medio se dejaron perder la presidencia de la Asamblea), se llegó al acuerdo definitivo entre PP y VOX, por el que María Guardiola ha sido elegida presidenta del gobierno extremeño.
Y todo empieza de nuevo políticamente. Como cada cuatro años. Con la novedad, nunca vivida en nuestra tierra, de que una mujer sea la máxima autoridad regional y, sobre todo, los extremeños estamos ilusionados con una nueva oportunidad para que cambien muchas cosas en nuestra tierra. Que dejemos de ser los últimos de España en casi todo. Y que no sigan yéndose nuestros jóvenes en busca de oportunidades que no encuentran aquí.
Reconozco que los anteriores presidentes tiraron del carro lo que pudieron, seguro de que trabajaron mucho y con buena fe, pero el resultado después de 40 años, prácticamente socialistas (36 PSOE, 4 PP), es manifiestamente mejorable; o al menos así lo han entendido la mayoría de los extremeños que, también por primera vez en unas elecciones autonómicas, le han dado más votos a la derecha que a la izquierda. Con todos los “peros” que le puedan poner los de la izquierda “sabelotodo”, pero la realidad se abre camino y está a la vista de todo el mundo: Extremadura tiene una nueva Presidenta, con nombre de mujer: María Guardiola.
Y ahora, después de muchos “dimes y diretes” se levanta de verdad el telón. Esperemos que nos guste la función. Dura, de momento, cuatro años; que se prorrogue a partir del 2027 depende de los actores y de que nos guste la obra, que no es ni más ni menos que Extremadura. ¡Ah! Y que no se olviden que ya en la etapa preautonómica se eligió a Mérida capital regional y sede de las instituciones. También hay que vivir y residir aquí. Si alguien tiene mucho espíritu municipalista o localista, que se presente para alcalde o alcaldesa de su pueblo. ¿Alguien entendería, por ejemplo, que el presidente de Madrid no viviera en su capital? Por si acaso. Ya ha pasado. Y los gestos también son importantes en política. Ya lo dijo el más sabio de todos: “no solo de pan vive el hombre”. Pues eso, a trabajar. Extremadura y los extremeños esperamos mucho de estos nuevos e ilusionantes tiempos.
