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Carmelo Arribas Pérez
Según da a entender, el escritor bíblico, parece ser que el Paraíso Terrenal, se encontraría en Mesopotamia, lugar cuya etimología significa “entre dos ríos” y que actualmente es el Irak, ( no creo que ahora, sea precisamente un Paraíso), y no es de extrañar que un territorio tan fértil, le llamara la atención, al narrador del Génesis. Pero he leído últimamente, que algunos opinan que en realidad no estaba allí, sino en España. ¿Tan fértil les parece España, como para pensar que podía ser el Paraíso? La cosa no va por ahí. Argumentan, que Adán y Eva, no tenían nada, estaban desnudos, no tenían ropa, zapatos, ni casa, nada, y sólo comían lo que encontraban, y hasta tenían prohibido comer del árbol que les informaría “del bien y del mal”, que por cierto, no era un manzano, sino una higuera, ( Miguel Ángel en su cuadro “El pecado original”, pinta una higuera, no un manzano, dándole la serpiente un higo) porque difícilmente, se podrían tapar “sus partes”, con una hoja de manzano, pero a alguien le pareció que la palabra latina “malum”, ( maldad) que es de género neutro, porque la maldad no tiene sexo, y que significa también manzana, era más simbólica, por lo tanto Eva, era, con la manzana, la que le inducía al mal a Adán ( ya tienen las feministas, tema para analizar), pero esto es otro tema. Pues bien, para algunos, Adán y Eva, estaban en España, porque a pesar de no tener nada, y con prohibiciones, para no enterarse de nada de la realidad, y poder así conocerla, pensaban que estaban en el Paraíso.
Pero a pesar de todo, estaban a gusto, hasta que alguien les dio una fruta diciendo que si la comían “ serían como dioses” . Y confirmando lo del espíritu español, que nos creemos todo lo que nos viene de fuera, y que además queremos ser más que nadie, comieron.
Y esta tentación sigue estando en la actualidad, y nos han hecho creer con estos mantras, que impiden el reflexionar, ( tampoco la gente tiene muchas ganas de reflexionar, un estudio del 2021 decía: “ Un porcentaje no despreciable de la población piensa que la filosofía es una tontería y que no sirve para nada”, así es que en el 2022 le dieron el carpetazo: “El Gobierno elimina de la formación básica la asignatura de Filosofía como optativa y la introduce en Valores Cívicos y Éticos”.) y estos nos hacen creer, que seríamos como dioses. Pero todo parece indicar que ya nos estamos dando cuenta, de que no, y se están cambiando muchas ideas, que se habían establecido, como unos mandamientos a cumplir, y cuyo incumplimiento, llevaba, no sólo el rechazo social, también el castigo con multas económicas.
Porque es evidente, que nos han manipulado, y han establecido ideas globalistas, que teóricamente serían para mejorar nuestra vida, y que sin embargo han sido manipuladas con un trasfondo naturalista y de conservación, que han perjudicado, más que beneficiado.
Uno de los más llamativos, es el concepto de “Cambio Climático”, hablo de “concepto”, no de “realidad”, porque la Tierra es un planeta, que cambia y evoluciona, con humanos o sin ellos. Quizás una de las muestras más impresionantes de este hecho, es el desierto del Sáhara. Los cambios climáticos no son nada nuevo. Hace cerca de 55 millones de años se produjo un aumento de las temperaturas de 6 ºC, y lento pero constante, el enorme mar que conformaba el Sáhara se secó, dando paso a un nuevo escenario que hoy conocemos como “el Sáhara verde”. Lo que antaño fuera mar se transformó gradualmente en una selva rebosante, por donde brincaban los monos de árbol en árbol. Porque según definen algunos, “nuestro planeta es una masa informe en cambio permanente, bulliciosa, que regurgita tierra y desplaza océanos como objetos viscosos con vida propia. ¿Quién nos ha querido convencer de que el hombre es capaz de cambiar globalmente la Tierra? ¿Quienes? Los que no quieren que viejos vehículos, afeen los centros de las ciudades y ocupen los posibles lugares de aparcamientos, diciendo que el coche de segunda mano que se ha comprado el trabajador, porque no puede adquirir uno eléctrico, contamina. Los que afirman que los humos de las fábricas hay que controlarlos, con lo que las producciones de los productos, se realizan en naciones tercermundistas, con unos costes mucho menores, porque no se controlan las contaminaciones y se pagan sueldos más bajos.
¿Quién tiene interés en acabar con la civilización occidental? Posiblemente esa serpiente, que ha ofrecido la “manzana” woke, un concepto muy amplio, que han definido como la «cultura de la cancelación» y con ellos se borraría la cultura social tradicional, como son los valores de la familia e incluso la democracia como tal. Cada vez hay más personas, que viven solas, y las actuaciones incluso políticas, sin recompensa económica o de poder, no tienen sentido. De ahí, que la riada de la Dana, entre otras cosas, con la reacción de los jóvenes, hasta incluso la sustitución en el occidente, de gobiernos en naciones que siempre tenían un tinte que llamaban de izquierdas, por otros, que tildan como de ultraderecha, algunos lo están considerando, como una muestra más, del fin de la era woke, esa que nos otorga unos conceptos que nos “asemejarían a dioses”, porque nos hacen creer que con nuestra actividad, dominaremos el planeta, pero no. La Tierra, lleva su ritmo. Nosotros somos como las hormigas, que acumulan tierra delante del hormiguero, y hacen caminos visibles, por los que transcurren, pero nada más caen cuatro gotas de lluvia, todo cambia. Y es que nuestra sociedad, cansada de ver los resultados, que han provocado ciertas ideas, está volviendo de nuevo a las ideas tradicionales como si estas fueran un descubrimiento, las cosas y mentalidades van cambiando. Bienvenidos a la normalidad.
Carmelo Arribas Pérez.
