Margarita Inmaculada López de Ayala

Concejal Vox Ayuntamiento de Mérida


Persona

Es un ser dotado de razón y poseedor de una identidad propia con capacidad de razonamiento, con inteligencia, sentimientos y emociones, el cual tiene unos derechos inherentes, por lo que debe ser tratado con dignidad y respeto. Formado de cuerpo y alma.

El cuerpo

Es la parte física y material del ser humano.

El cuerpo es el que se relaciona con la naturaleza y con otros seres vivos, al cual estamos irreversiblemente atados a lo largo de toda nuestra existencia. Todas las relaciones del ser humano son corpóreas incluso el pensamiento y las reacciones interpersonales se dan gracias al cerebro y otros órganos, de modo que toda la existencia humana está vinculada al cuerpo.

El alma

Es la parte de inmaterial y abstracta del ser humano, es la parte inmortal de la persona. El alma es la parte divina que sobrevive al cuerpo, es eterna. Es la que nos da la vida desde el principio. Se le atribuye la capacidad de sentir, de pensar y de reflexionar. Es la esencia de cada uno, que tiene que ver con la vida interior, pensamiento y sentimientos.


En toda persona humana hay alma y cuerpo desde el principio, el alma es el motor del cuerpo, el que le da vida, que aunque es independiente necesita del cuerpo para crear la persona.

Los derechos de las personas, que le son inherentes, hacen que haya una cohesión y relación social. La sociedad está cohesionada, unida cultural y funcionalmente. Debemos crear una sociedad cohesiva, conectada fundamentalmente para la paz y el entendimiento entre iguales, para así trabajar juntos hacia el bien común.

El desarrollo de la persona ha de ser de tal manera, que todos tengan las mismas oportunidades en bienestar, salud, educación, etc. y así el progreso moral de nuestra comunidad sea para el bien de todos.

La moralidad común se mide, por cómo la sociedad trata a sus miembros más vulnerables, ( concebidos, nasciturus, neonatos, niños, mayores, enfermos…), caminando hacia una sociedad más justa, valorando a cada una de las personas que la componen.

Debemos valorar y proteger los derechos fundamentales de las personas. El derecho a la vida, es el más importante, sin él los demás derechos carecen de sentido, por lo tanto, hay que defender la vida desde la concepción hasta la muerte natural . Derecho a la libertad de expresión; donde expresamos nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y creencias. La persona debe ser un agente activo y no sólo un espectador pasivo de la vida. Derecho económico y social; la persona debe tener cubiertos los mínimos vitales, alimentación y vivienda, salud, educación, etc. En definitiva, derecho a ser persona.

La globalización, la tecnología, la inteligencia artificial y todos estos avances que tenemos hoy en día, van transformado la interacción humana, y esto nos puede llevar a la deshumanización. La persona tiene emociones, sueños y derechos que no debe perder. Proteger y promover la dignidad es muy importante para el buen avance y la salud de nuestra sociedad.

La deshumanización, la desigualdad de derechos, son fenómenos que se aceleran cada vez en esta sociedad, en muchas cosas, como es en la disminución de la demografía, la natalidad, en economía, educación, vivienda… y también se producen estos fenómenos por discriminación, por engaño, por imposición, por adoctrinamiento en ideas y pensamientos únicos que quitan la libertad natural a las personas, la falta de acceso a la libre educación, las creencias, etc.

Vivimos en un mundo que cada vez ignora más los derechos de unos en favor de otros, que suelen ser minorías. Hoy en día se dan muchos fenómenos que deshumanizan silenciosamente, como el querer quitar la potestad a los padres frente a los hijos, para que los adoctrine el gobierno a su medida, como es el avance de la ideología animalista que poco a poco quiere equiparar a los animales con los seres humanos, dotándoles de los mismos derechos que a las personas, la ley de protección a la naturaleza que quita la primacía sobre ella al ser más elevado de la creación: el hombre. El feminismo radical, que quiere quitar la dignidad al hombre masculino sometiendo su dignidad y sus derechos hacia una falsa realidad, borrando y quitándole el importantísimo papel que tiene en la familia y en la sociedad, y lo mismo con la mujer queriendo destruir su esencia maternal femenina, engañándola con falsas ideologías, también queriendo quitar la religión al pueblo, como es la tan arraigada religión cristiana que hay en España desde hace 2000 años. Todo esto es lo que nos define, nos identifica y nos hace ser como somos: personas

Promovamos la dignidad de la persona, no dejemos que entren ideologías que nos destruyan, por el interés de unos pocos, no nos durmamos en las comodidades y el confort de estos nuestros países desarrollados, ayudémonos y ayudemos a otros países menos desarrollados, en la medida que tengamos recursos y fuerzas

para ello. Alcemos la vista hacia los problemas de los demás que son los nuestros. Y sobre todo:

NO DEJEMOS DE SER PERSONA



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