Margarita Inmaculada López de Ayala
Concejal Vox Ayuntamiento de Mérida
Definición de Vida:
La vida humana implica la capacidad de nacer, respirar, desarrollarse, procrear, evolucionar y morir.
La vida es un estado en el que las personas nacemos, nos desarrollamos, nos reproducimos y morimos, durante este periodo tenemos ilusión, esperanza, felicidad, trabajamos para ganarnos el pan de cada día, de nosotros y de los nuestros. En la vida afianzamos nuestra identidad nuestras raíces, el sentido de vivir y las proyecciones de nuestra vida. A lo largo de nuestra existencia, buscamos nuestro hueco, nos formamos y nos asentamos en la vida. La vida está hecha para vivir en familia, se nace en familia, se desarrolla uno en la misma, para más tarde formar tu propia familia, reproducirte y morir en familia. En la familia es donde nos identificamos.
La vida se compone de alegría, de felicidad, de abundancia, hay que tener vida y tenerla en abundancia, llena de de esperanza. Estamos hechos para la vida, para la esperanza, para la estabilidad. La vida donde mejor se construye y se desarrolla es en la familia. La familia con estabilidad y asentamiento da más seguridad y más alegría de vivir.
Los miembros de la familia tienen que tener la configuración primigenia que le dio su creador. Los progenitores tienen que tener las cualidades prominentes que les confiere su género, ser proveedores y protectores y guías de la familia y de quiénes le rodean porque su vida también va unida a la comunidad donde viven.
El hombre, el masculino, debe prevalecer y mantener sus cualidades, que le fueron dadas en la creación, la forma concreta en que el creador quiso que fuera varón y vivir con todas las cualidades que les son inherentes.
Asimismo, las mujeres deben tener sus cualidades inherentes a su femineidad e instinto maternal y complementarse con el hombre.
Tanto uno como otro, hombre y mujer, deben complementarse para formar una familia y así poder educar a sus hijos para que se desarrollen felizmente en su vida, con fe y esperanza.
Dejar entrar estás ideologías de género en que quieren deconstruir la figura paterna y la figura del hombre bueno, hasta el extremo de desecharlo, descartarlo y ridiculizarlo, como así nos lo presentan en los contenidos de los medios y en las redes sociales, puede suponer que el hombre lo empiece a asumir y se rinda sin dar batalla y se desmoronen parte de los pilares que sustentan LA VIDA.
De la misma manera, también debe cuidarse la figura de la mujer, que no se sobre empodere más de lo necesario y con ello que no destruya sus cualidades prominentes y su configuración femenina tan bella, que le fue dada desde su nacimiento.
Por otro lado decir que la vida no nos pertenece, en tanto en cuanto que nosotros no hemos creado la VIDA, no hemos creado nuestra vida, la vida nos fue dada por nuestro Creador, y la tenemos que guardar, agradecer, respetar y vivirla felizmente.
Pero la vida se ve amenazada por muchos parámetros y desastres sociales, que van dando paso en cascada hacia su destrucción, con procedimientos y fenómenos antinaturales.
La Forma de DE AMENAZAR A LA VIDA empieza por las separaciones; es la primera fractura social, que quiebra la vida de los cónyuges, se desmorona, rompe la unión del complemento entre hombre y mujer y de los progenitores, se produce o se da un corte a la vida, se produce un desgarramiento a la vida, produciendo un trauma y un desengaño fuerte entre sus miembros, en la que se ven afectados tanto los progenitores, como los hijos y se pierde esperanza e ilusión en la vida. La presencia de los progenitores en la infancia de los niños forja su personalidad, su afectividad, les enseña una sana forma de y los lanza al mundo despagándolos poco a poco del círculo afectivo que les une, para después vivir su propia vida con seguridad, identidad y confianza.
A esto le siguen los abortos, en vez de abogar a la natalidad se aboga por la muerte, por matar a nuestros hijos en el seno materno, por matar a nuestra progenie, por matar a nuestra raza, por matar a los hijos de nuestra nación, a los hijos de Dios.
Dejémosles vivir, demos paso a la vida, nosotros tuvimos la oportunidad de nacer, démosla a los concebidos, dejémosles vivir y que ellos decidan qué hacer con sus vidas, con su libertad, somos libres porque Dios nuestro creador nos hizo libres. No cedamos a la cultura de la muerte, a quitar la vida que no nos pertenece.
Dar gratis lo que nos han dado gratis: VIVIR
Luego tenemos los suicidios, que nos deberían preocupar, tanto los suicidios decididos por uno mismo como los inducidos o asistidos.
Debemos pensar que estamos hechos de tal manera que todo el mundo se protege y protege su vida, que uno quiere vivir, quiere gozar, quiere ser feliz consigo mismo y con los que le rodean. Esto es una máxima de la vida en sí, si alguien piensa lo contrario, entonces hay un problema. Debemos ayudar a nuestros semejantes, cogerlos de la mano, escucharlos, ayudarles. Hay que hacer por que vuelva a ellos la fe, la confianza, la esperanza y ganas de vivir y esa es la labor que tenemos todos en la comunidad y para lo que hemos sido creados, para ayudar a los demás, a ser felices y a vivir con amor y confianza.
También hay otros fenómenos que son las transformaciones físicas agresivas que hacemos a nuestro cuerpo. Si bien podemos cuidarnos, cuidar nuestros cuerpos y hacer que estéticamente seamos atractivos, pero darle una vuelta irreversible a nuestro cuerpo, a nuestra formación biológica, nuestra genética, atenta contra nuestra esencia, contra nuestro yo, nuestra vida. Nuestra configuración primera que nos fue dada por el creador no debemos cambiarla a nuestro antojo. Esto tarde o temprano, tiene unas consecuencias nefastas. No deberíamos ser tan ligeros para dejar que la gente se mutile y se transforme irreversiblemente. Debemos generar una sociedad de la que estemos seguros y tengamos estabilidad, aprendamos a querernos, tal cual somos, no podemos ser como el de enfrente, debemos ser como el que soy y debemos aprender a asumir y aceptar nuestras cualidades y configuraciones biológicas primigenias.
Y como último punto otra forma de destruir la vida, es lo que estamos sufriendo en estos tiempos: la eutanasia; matar a nuestros mayores o a nuestros enfermos, cuando son nuestros mayores los que nos han concebido, nos han cuidado y educado. Nuestros abuelos nos dan mucha sabiduría, nos enseñan sus experiencias, los tenemos de ejemplo y nos dan seguridad y reposo por todo lo vivido con ellos al final de sus vidas.
Pero esta sociedad quiere matarlos. Quiere quitarlos de en medio que no gasten, que no estén, que no nos enseñen. Perderíamos muchísimo sin su presencia. Queremos restringirlos para que no nos molesten. Queremos darles la oportunidad de matarse a sí mismos esto es muerte y esto no es vida.
Dios nos creó para la vida para la familia, para darnos a los demás, para el amor a Él y entre nosotros, para la generosidad, para la esperanza, para la vida y vida en abundancia
DONDE HAY VIDA HAY ESPERANZA
PROTEJAMOS LA VIDA Y NO HAGAMOS CULTURA DE LA MUERTE