Marta Gervasia Garrido Moreno
Concejal del Grupo Municipal VOX en el Ayto de Mérida
Hace pocos días, en el Boletín Oficial Socialista de Mérida, que no es otro que el diario HOY, nuestro Amado Líder en las páginas de opinión firmaba un artículo de autobombo sobre el Carnaval Romano en el Teatro María Luisa, (el cual no sé el porqué, aprovechando las obras, no le han cambiado el nombre y le han puesto Teatro Rodriguez Osuna). En este opúsculo calificaba la labor del Ayuntamiento de Mérida y de la empresa adjudicataria de “brillante” (sic), porque se había podido inaugurar a tiempo para celebrar su carnaval. (Bueno, realmente se inauguró en junio del año pasado, pero ya sabemos la afición de nuestro Alcalde a inaugurar cosas).
Bien es cierto que este Teatro (inaugurado en 1936 gracias a la aportación de la mecenas Dña. Luisa Paula Gragera y de la Vera) estaba cerrado desde 1998 (la Junta de había cedido la gestión al Ayuntamiento de D. Antonio Vélez, diez años antes) por la desidia política, unida a la mediocridad en la gestión cultural de una ciudad que centraba toda su valía en el Teatro Romano y en su festival.
Desde que en 1998 el María Luisa echara el cierre no hubo más que promesas incumplidas por parte de la administración y de quienes la gobernaban, fueran del signo que fueran. Cuando arreciaban malos tiempos los políticos de turno, con su alcalde a la cabeza, decían que en Mérida ya había suficientes teatros. Sin embargo, cuando se hacían de nuevo promesas o venían mensajes de esperanza desde Madrid, todos aquellos políticos y políticas corrían a ponerse las medallas.
Su rehabilitación es un logro para los emeritenses y es de agradecer a los ciudadanos comprometidos que año a año, los 27 de marzo, el día internacional del Teatro, reivindicaban su reapertura. Ellos no son otros que los que frecuentaban el Ateneo Libertario de Mérida, que gracias a su amor el arte y el de la conservación de la memoria familiar, emocional, y cultural de un pueblo, perseveraron hasta que lo han logrado.
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana aportó más de dos millones de euros la financiación de las obras, mientras que el Ayuntamiento (bueno, todos los emeritenses de su bolsillo), 1.641.334 €. También hemos de recordar, que el Ayuntamiento socialista ha privatizado inmediatamente su gestión, mantenimiento y explotación con un presupuesto de 2,4 millones de euros.
Así que las medallas únicamente a los reivindicativos emeritenses del Ateneo Libertario, pero ni al Sr. Alcalde ni a la empresa adjudicataria de la exportación (Cultura en mis Tacones), que bien cobra por ello, por lo que se debería cambiar su denominación social por Perras en mis Bolsillos.
Una vez entregados los galardones, entraré ahora en la “magnífica gestión” que se auto atribuye el Sr. Alcalde para él y su equipo:
No hay que olvidar que el Proyecto ejecutado finalmente data de 1994 y por ello resulta 30 años después, obsoleto. Por ello, pese a lo que afirma en su gacetilla el Sr. Alcalde, la acústica deja mucho que desear, y la visión del escenario desde muchas localidades es pobre, cuando no nula, de hecho hay localidades que se llaman oficialmente “ de visibilidad parcial y de visibilidad reducida”.
Sabemos que su fin último era coronarse en el Teatro María Luisa como el Primer Carnavalero del Reino, pero su trabajo ha sido, nunca mejor dicho, de Chirigota.
El Concurso de Oficial de Agrupaciones del Carnaval Romano se ha celebrado en este Teatro. Primera decisión discutible, ya que únicamente cuenta con 500 localidades, en contraposición el Auditorio Principal del Palacio de Congresos y Exposiciones que tiene una capacidad para 977 espectadores.
Aduce el Sr. Alcalde, como explicación, que es que las tablas del María Luisa son “tierra santa”.
La escasez del aforo provocó que, para adquirir las entradas para los cuartos de final, los aficionados tuvieran que hacer cola de madrugada delante del Teatro soportando temperaturas gélidas.
Como esa imagen fue lamentable y recibió muchas críticas, para las entradas de las Semifinales, en un alarde de genialidad, se informó que se adquirirían en una página por internet. Llegado el día de su puesta a la venta online, de las 12:00 de la mañana, se retrasó hasta las 20:00 de la tarde por problemas que inutilizaron la plataforma. Al final se tuvieron que abrir las taquillas físicas del Teatro y véndelas al día siguiente.
Para conseguir una entrada en la Gran Final, se diseñó una modelo diferente, el Sorteo: había que inscribirse en una página web y después, una mano inocente sacaría una bolita. En el mismo participaron 1.131 personas, por lo que teniendo en cuenta, que el aforo máximo es de 500 personas, más de la mitad de los interesados se quedaron en la calle. Cosas de la Tierra Santa.
Así que, Sr. Alcalde su brillante gestión, así calificada por Vd. Mismo, una vez más, no puede más que calificarse como de muy deficiente. Como también lo ha sido la de la empresa adjudicataria, a la que imagino le abrirán un expediente administrativo por su nefasta labor.
Si hay que repartir medallas, acordémonos de la mecenas que pagó el Teatro, Dña. Luisa Paula Gragera y de la Vera; del Ateneo Libertario de Mérida y de los ciudadanos emeritenses que son quienes costean toda esta broma.
Si quiere conseguirlas Vd., trabaje útil y eficientemente, pero para esto hay que ser capaz y tener aptitudes. En caso contrario, el año que viene, en su Coro Carnavalero, en lugar de disfrazarse de Buzz Lightyear, hágalo de General de Corea del Norte, de esos en los que en sus uniformes no les queda un centímetro sin tener medallas, condecoraciones, emblemas, insignias y colgantes. Le garantizo que no le costará nada meterse en el personaje.
