Pedro Acedo
El 28 de mayo se celebraron las elecciones municipales y autonómicas. Ganó el Partido Popular globalmente. El 17 de junio se consumó el cambio en la mayoría de los ayuntamientos de toda España con la toma de posesión de alcaldes y alcaldesas con sus respectivos concejales y es donde se visualizó el cambio político. No voy a contar cosas que ya conocen todos los ciudadanos. En todo caso en Mérida sigue gobernado Rodríguez Osuna con mayoría absoluta. En Extremadura ganó el Partido Socialista empatando a escaños con el PP (28). VOX entra por primera vez en el parlamento con 5 diputados y Podemos repite los 4 que tenía. Todo casi normal, pero ahora viene lo gordo.
Toda la prensa nacional, sin excepción, pintó a Extremadura de azul cuando se conocieron los resultados, vieron que el centro derecha y la derecha sumaban mayoría absoluta, esto es, 33 escaños. Hasta Fernández Vara dijo públicamente que había fracasado y que los extremeños se habían pronunciado por un cambio de gobierno. Incluso pidió su ingreso en su plaza de médico. También María Guardiola se pronunció en términos de ganadora y próxima presidenta: “¡lo hemos conseguido! El que más y el que menos entendió que esa misma noche había hablado con Ángel Pelayo y llegado a un acuerdo, de lo contrario no es fácil entender eso de “lo hemos conseguido “. Y más cuando el ganador fue Vara.
Hasta aquí, casi sigue siendo normal. Uno, Guillermo, por su lógica depresión política al ver que se le iba de las manos el gobierno que tanto “cariño” le tiene. Otra, María, por su lógica y juvenil euforia al empatar con los socialistas en escaños y ver en todas las televisiones a Extremadura de color azul dando por hecho todos los medios de comunicación que gobernaría el PP. Ambos exageraron la realidad que es otra. La que ahora vemos.
Fiasco para la derecha y sus mayoritarios votantes que ven como la Asamblea de Extremadura, a pesar de la mayoría de PP-VOX, pasa a manos de la izquierda y de los comunistas. Presidenta, la socialista Blanca Martín; un miembro de la Mesa para Podemos y VOX se queda fuera a pesar de tener un escaño más que los comunistas. Consiguen una mayoría absoluta en el órgano de gobierno legislativo que no le han dado las urnas. ¿Explicación? Ilógica pero sencilla: Acuerdo, estos no tienen remilgos, del bloque de izquierdas perdedor y desacuerdo del de derechas ganador.
Pero todavía se envenena más la situación. Guardiola acusa a los de VOX (a los que en teoría tiene que convencer para que la voten), de ir contra el colectivo LGTBI, que le gusta el “trazo gordo”, y no están contra la violencia machista y deshumanizan a los inmigrantes. Vale. Ya se defenderán los de la derecha si lo creen conveniente, desde luego su líder en Extremadura, Ángel Pelayo, que fue teniente de alcalde y concejal de cultura en mi gobierno local, nada tiene que ver con eso. Doy fe. Además esas políticas son de competencia nacional que por cierto, flaco favor se les hace a los gobiernos autonómicos que sus propios compañeros están pactando con VOX. Deduzco que en Castilla León, Valencia, Aragón… no deberían llegar a ningún acuerdo si creen lo que Guardiola dice de ellos.
En fin, alguien porque así se lo enseñó su madre, porque es muy valiente y porque cumple con lo que ha dicho “no gobernaré con VOX” (no haberlo dicho), propicia, ella sola, que vuelvan a celebrarse elecciones en Extremadura. ¿Piensa, de verdad, que ganará por mayoría absoluta?
No tengo en cuenta quien dice más fuerte su amor por Extremadura. Eso lo pueden decir el millón de extremeños. Tampoco es argumento. Además imposible de medir.
Habrá elecciones en octubre o noviembre, y quien ha traicionado la esperanza y la ilusión de casi los 300.000 extremeños que han votado cambio, debe irse. Y si después de la repetición vuelve a gobernar el bloque social-comunista, deben desaparecer de la escena pública. Para siempre.
Que desde Madrid hagan una encuesta a los votantes del bloque ganador con una sola pregunta: ¿Usted estaría de acuerdo con un gobierno del PP con Vox en el ejecutivo o prefiere unas nuevas elecciones?
Le adelanto el resultado: El 99% preferiría el gobierno del PP con VOX.
¿Entonces?
