Pilar Nogales Perogil

Portavoz PP Ayto de Mérida


Tocaba hacer balance político del año 2020 y así lo ha hecho el Señor Osuna hace unos días ante los medios de comunicación.

Mediante una exposición, a mi juicio, triunfalista, sacaba pecho de la gestión llevada a cabo por su equipo de gobierno en este año que hemos dejado atrás.

Cierto es que coincido con él en calificar el 2020 como un año que será recordado por lo complicado, duro y difícil que ha sido. Un año marcado por la aparición de este virus que ha dado la vuelta a nuestras vidas y a nuestra normalidad y que tiene sumido a todo nuestro país en una situación muy preocupante desde un punto de vista sanitario, social y económico.

Durante este año tan peculiar, nuestro Grupo Municipal ha actuado bajo la premisa de la lealtad institucional y con un principio de responsabilidad que exigía tender nuestra mano para remar y trabajar conjuntamente por la recuperación social y económica de nuestra ciudad.

Así lo manifestamos cuando se declaró en el mes de marzo el estado de alarma y así hemos continuado actuando durante todos estos meses, apoyando todas aquellas iniciativas que entendíamos beneficiosas para aliviar los efectos producidos por esta crisis en Mérida.

Hemos planteado propuestas. Algunas han sido obviadas y otras las hemos visto reflejadas en las actuaciones del gobierno municipal, aunque sin darnos una participación real y efectiva en la implementación o ejecución de las mismas.

Esta crisis va a dejar en nuestra ciudad unas consecuencias lamentables.

Mérida es una ciudad eminentemente turística, y los sectores vinculados al turismo (hostelería, restauración, comercio,…) están entre los más azotados por esta situación, y esta circunstancia producirá asimismo un efecto dominó que repercutirá en el resto de los negocios locales.

Hubiera sido deseable que ante este escenario el gobierno municipal hubiera actuado de forma más ambiciosa en sus políticas para ayudar a este sector y para invertir en ayudas sociales.

Adquirir patrimonio para incorporarlo como público está muy bien, pero no es una cuestión prioritaria, es algo que puede esperar. En cambio, atender a los más vulnerables es una actuación de primer orden que debía haber estado más dotada económicamente.

Se ha invertido más en la compra de patrimonio que en políticas sociales, y no lo digo yo, lo ha dicho el Señor Osuna.

Pero además, Osuna ha olvidado en su balance algunas cuestiones que también son importantes para Mérida y que deben saber nuestros lectores:

1. Durante el año 2020, las cifras del paro se incrementaron en la ciudad con la incorporación de 896 personas, resultando a finales de diciembre un total de 7151 desempleados. (Pero ahora no les ha interesado hablar de estos datos)

2. La financiación de la Junta de Extremadura en los Planes de Empleo (Experiencia y PAEL) ha sido reducida en un 50%, lo que ha supuesto pasar de hacer contratos a jornada completa a hacerlos de media jornada, incrementando así la precariedad laboral de los mismos.

3. La obra del Mercado de Calatrava, en cuya fachada se colgó antes de las elecciones municipales de 2019 un cartel que anunciaba su “Próxima Apertura”, está paralizada desde hace más de un año.

4. El Gobierno municipal da por perdido el proyecto de la Azucarera y ha retirado la calificación de utilidad pública al mismo, pero bien que endulzaron los oídos de los emeritenses con la promesa de una expectativa laboral de la que ahora duda el Señor Alcalde.

5. El Ayuntamiento ha sido condenado por sentencia judicial en el procedimiento relativo a la adjudicación de nuevas licencias de taxi dando la razón a la parte demandante y obligándole al pago de las costas judiciales que tendrán que ser abonadas con el dinero de los emeritenses, y todo ello por el empeño de echar por tierra un procedimiento administrativo legal que se gestionó por el gobierno municipal del Partido Popular.

6. El abandono del Gobierno de España se ha materializado en el olvido del futuro Museo Visigodo, que ni tan siquiera se recoge en los Presupuestos Generales del Estado para el año 2021, y en el incumplimiento de la promesa realizada el pasado mes de julio por el Ministro de Cultura en su visita a Mérida respecto a la licitación de las obras de ampliación del Museo de Arte Romano. Para esta obra de ampliación los PGE contemplan una partida tan insignificante que evidencia que tampoco se llevará a cabo la licitación en los próximos meses.

Señor Osuna, es importante reconocer los errores y aprender de ellos.

Y es obligación de un gestor municipal no ser cómplice con su silencio de las injusticias que se cometen con Mérida desde otras Administraciones y exigir a su partido en el Gobierno de España que cumpla sus promesas y que no deje a Mérida en el olvido.

Resulta necesario y conveniente dar a conocer a los emeritenses la otra cara del balance y desde la humildad y la sinceridad reconocer que no todo es triunfo y éxito.

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