Fran Medina Cruz
Cuando hablamos de urbanismo debemos tratar el tema como algo holístico, no sé si esta palabra dejará alguna sensación en el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Mérida, pues por lo observado en cierto video, que sobre la calle recién inaugurada Félix Valverde Lillo ciertos aspectos, como lo son la contaminación lumínica y la seguridad ciudadana han quedado olvidadas o para otra ocasión. Y es que como Auditor de Seguridad puedo decir, a simple vista y sin profundizar mucho, que esta obra urbanística no pasaría los controles de la la Norma ISO 22341:2021.
Y me explicaré. Simplemente existe una Norma ISO, la denominada CPTED (prevención del delito a través del diseño ambiental), que se compone de estándares y guías relacionados con sistemas y herramientas específicas de gestión con indicadores socio-urbanos aplicables en cualquier tipo y tamaño de organización y estructura urbana. Y que fueron asumidos, de forma más o menos implícita, por organizaciones relevantes como el Foro Europeo para la Seguridad Urbana ( EFUS ), o el Foro Español para la Prevención y la Seguridad Urbana ( FEPSU ), que recogen principios como el control natural de accesos, la vigilancia natural, mantenimiento y reforzamiento territorial. Y que compone las teorías de: Las ventanas rotas de Kelling Coles, el efecto desplazamiento criminal de Hesseling Rene, ver y ser vistos, o como se denomina, los ojos en la calle de Jane Jacobs, el espacio defendible de Newman, y la habitabilidad de Gough, chocan directamente con un formato de urbanización donde imperan los colores grises, sin separación cromática entre zonas de tránsito, una iluminaria que dispersa la luz 360º contaminando el cielo de la ciudad y empobreciendo la luminosidad de los campos necesarios, desplazando contenedores de basuras a otros lugares sin buscar alternativas que no impliquen detrimento hacia otras áreas urbanas, y un largo etc. Un sin fin de causas que no superaría de antemano una auditoria.
En un Ayuntamiento que se dice referente de las ciudades patrimonio, y que quiere ser vanguardia de movilidad, ahorro energético, sostenibilidad, y todas las etiquetas que ciertamente requiere ser referente de algo, sobre todo en capacidades urbanísticas debe, tiene que saber de todas las fórmulas que sobre urbanismo se dispone están para ser tomadas en cuenta y sobre todo para aplicarlas, a menos que se desconozcan, que me temo que es la realidad.
Cierto es que en España somos muy castizos y por ende en Extremadura más, pero esto no es óbice para que de vez en cuando, los responsables de urbanismo salgan de la cueva de sus despachos e investiguen, estudien, indaguen lo que en el mundo moderno ya se está aplicando.
