Margarita Inmaculada López de Ayala
Concejal Vox Ayuntamiento de Mérida
Ganaderos y Agricultores Cuidando la Biodiversidad de nuestros campos
En toda la historia de la humanidad se ha vivido de lo que ofrece la tierra, primero con la caza y recolección y después el hombre organizando la ganadería y la agricultura con la inteligencia que Dios nos ha dado, sembrando, trabajando y cuidando nuestras tierras para su perpetuidad y para las generaciones posteriores, de la mejor manera, con los recursos que en cada tiempo y lugar tienen nuestras regiones, para así dar sustento a nuestras familias y mantener nuestros campos, nuestros pueblos y nuestra nación con soberanía y sostenibilidad.
Los ganaderos y agricultores extremeños desde siempre han desarrollado sus actividades agropecuarias, cuidando sus tierra con sus Buenas Prácticas de ganadería y su agricultura, respetando el ciclo de la vida, por ende sus campos, la naturaleza en sí y la biodiversidad de la flora y la fauna que enriquecen y embellecen nuestras tierras.
El respeto y la conservación de las tierras de Extremadura va ligado a las actividades agropecuarias que ejercen nuestros ganaderos y agricultores, consistiendo en buen laboreo y buen pastoreo, haciendo descansar las tierras por zonas y por tiempos, barbechos en cuestión de agricultura o cambiando cíclicamente el ganado de cercas, en cuestión de ganadería, dejando descansar así la
tierra que se recupere y se restaure de forma natural. También con la propias actividades ganaderas se enriquece la tierra, es decir del estercolar propio de los animales.
Tenemos como ejemplo el pastoreo de ovejas en nuestros campos que favorece el ciclo de la vida y preserva nuestras tierras, hace de cortafuegos natural cortando las hierbas con el mismo pastoreo, así mismo cuida de la cubierta vegetal de las tierras y no se descorteza, las nutre con el estercolero natural y con las Buenas Prácticas de laboreo producto de la observación y de la experiencia de los ganaderos, primeros interesados de conservar y regenerar nuestros campos extremeños, dejando así descansar unas zonas para que se vayan recuperando a la vez que se va pastoreando y estercolando en otras. El estiércol, un subproducto muy valorado y muy nutritivo para la tierra, ha sido tradicionalmente una fuente valiosa y enriquecimiento de nutrientes para los suelos ganaderos.
No sin menoscabo de que desde las zonas rurales se pueden planificar buenas prácticas de actividades agropecuarias desde el campo, desde las localidades que es quien lo ve y lo sufre directamente y pueden desarrollar las buenas prácticas de Ganadería y buenas prácticas de Agricultura, con programas propios para cada zona, según el tipo de terrero y climatología.
La agricultura:
Alimentando a la Avifauna
La Biodiversidad de nuestros campos:
Cuando las instituciones en los despachos empezaron a evaluar, inspección, administrador, legislar, burocratizar el campo, con intereses de control y fiscalización, empezaron los problemas, se empezaron a establecer normas sobre el campo a veces difíciles de cumplir, que dificultaban el desarrollo de los procesos agropecuarios naturales y asfixian al ganadero y agricultor empezando por los más pequeños, perjudicando a las familias e impidiendo el relevo generacional por desanimo e incapacidad de cumplir tanta normativa impuesta.
Se está llegando hasta tal punto que se está instrumentalizado y politizando todo el control del campo, coartando nuestras libertades, quitándonos nuestra soberanía alimentaria, enajenándonos de nuestra propia producción y dejando que entren productos de terceros países sin cumplir los requisitos de seguridad sanitaria y alimentaria que se exige los ganaderos y agricultores españoles.
El ser humano tiene que tener su propia identidad, su sentido de pertenencia, su unidad comunitaria en la población en la que vive , de volver a los hábitos que le sean propios y adecuados de cada zona, según buenas costumbres, según tipos de tierra, según climatología del lugar y estación del año, con técnicas y métodos actualizados y eficaces y no actuar con ese afán de cambiar la realidad, lo natural y confundir y confundirse.
El sector primario sufre imposición, normas y restricciones delirantes, haciendo insostenible, el modo de vida de los agricultores y ganaderos imposición que va destruyendo nuestro sector primario, nuestra soberanía alimentaria, haciendo a España dependientes de terceros países.
Nosotros seguiremos defendiendo lo nuestro, el campo español y seguiremos denunciando el abandono y traición de aquellos partidos que dicen una cosa, y luego votan otra, nosotros queremos tener alimentos nutritivos e inocuos, no contaminados con fertilizantes agresivos, ni con malas prácticas de higiene y seguridad alimentaria.
Las instituciones europeas han ido legislando durante años, coartando libertades y normativizando contra los intereses de los estados miembros, ahogando a los distintos sectores primarios, sobre todos los pequeños empresarios que sustentan la microeconomía y la prosperidad de nuestras nación, que son los primeros que sufren estas normas tan estrictas y tan inviables.
El sector primario, los agricultores y ganaderos extremeños, son los más perjudicados por todas estas lejanas políticas y normativas europeas que imponen en nuestros municipios creando malestar e incertidumbre afectando a nuestros vecinos y a nuestros modos de vida. Todo ello comprende unas medidas legales, políticas, económicas y financieras que desde las instituciones de la Unión Europea asfixian y provoca gran desanimo al sector primario, lo dañan con
la adaptación vinculada a objetivos climáticos, desarrollando planes y programas difíciles de cumplir.
Un objetivo para estas instituciones es alcanzar cero emisiones de gases de efecto invernadero para 2050, el enunciado de estos objetivos suena muy bien, pero su desarrollo implementación deja al descubierto y desprotegidos a nuestros ganaderos y agricultores, esta avalancha de normas, exigencias e imposición para nuestros productores y estas estrategias de la granja a la mesa y la preservación de la biodiversidad así a base de normativas e implementación de objetivos imposibles de cumplir dejan al sector primario desprotegido y vulnerable para su desaparición y como consecuencia nuestro producto nacional se ve enfrentado a la competencia desleal de terceros países que no cumplen con nuestras normas sanitarias. Todo esto lleva a la dependencia del sector primario de terceros países denostando su libertad, soberanía, bienestar y prosperidad de nuestro pueblo.
Cada pueblo tiene sus requisitos atendiendo a sus costumbres, cultura, características del terreno climatología recursos. Esto hace que no se pueda generalizar las mismas actuaciones a todos por igual, se trata de conservar el medio ambiente, pero no a base de destruir nuestra ingeniería civil, demoler las presas y azudes., prohibir nuevos regadíos, produciendo efecto de despoblación rural, pérdida de biodiversidad por disminución de superficie cultivada donde se alimenta la avifauna, restricciones para nuevas infraestructuras.
No podemos sustituir en las tierras de Extremadura, la actividad agropecuaria con otras actividades de recreo únicamente como son los parque regionales y naturales que están bien muy pero compaginándolo con las actividades agropecuarias ni tampoco sembrando el campo de instalaciones de energías renovables que están muy bien en su justa medida.
Respetemos el campo sus actividades ancestrales, sus costumbres, respetemos a sus familias, y dejemos que el campo, el sector primario español nos siga alimentando y respetemos su biodiversidad disfrutando de las bellezas paisajísticas con su flora y fauna propias de cada zona y región, desarrollando e implementando Buenas Prácticas agropecuarias y de conservación y restauración con sentido común.
El efecto ser humano ha de ser tratado, arreglando primero al ser humano, haciendo comunidad en cada tiempo y lugar aunándonos y responsabilizándonos con nuestro compromiso con buenas prácticas entre todos en cada zona según sus recursos y necesidades.
